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El jueves comenzó la parte más popular del Festival Actual, los conciertos en el Palacio de los Deportes. Dejando a un lado la polémica sobre los nombres del cartel (ya un clásico que va unido al festival de la que hablaremos cuando acabe), la propuesta ... de ayer triunfó. Con 3.500 asistentes según la organización (yo diría que unos 2.000), Tipitako, Talco y Kase.O atrajeron público joven dispuesto a botar, bailar y levantar los brazos. Mucho grito, mucho salto, pogo, empujones, fiesta y diversión hasta casi las dos y media de la madrugada.
La noche empezó con los ganadores de la Guerra de Bandas del 2017, Tipitako. Con un espectáculo fresco, muchas flores y buen rollo cayeron en gracia a quienes en ese momento llevaban la pista. No eran muchos, pero se los ganaron. La ilusión puede llenar mucho un escenario.
El mogollón comenzó con Talco, que empezaron con toda su energía pero muchos errores en el sonido: una batería que se comía al resto de instrumentos, un saxo que aparecía y desaparecía... Tres canciones les hicieron falta para centrarse y que comenzara a entenderse la propuesta. A partir de ese momento el espectáculo fue a más y los botes también. El público cantó en italiano y se hartó de saltar al ritmo de «¡eh, eh, eh, eh, eh, eh... insistimos!». «Hartó» en el buen sentido, porque allí estaba todo el mundo encantado.
A eso de las 12.15 salió al escenario lo más esperado de la noche. El maño Kase.O se subió a Actual buscando el ruido del público y lo encontró. Comenzó presentando a un raro acompañante, Félix 'el feto extraterrestre', una figura en una urna de cristal que saludó para volver a aparecer casi al final para ensalzar nuestra tierra. Todo un sinsentido bastante absurdo.
Pero Kase.O no fue el único humano sobre el escenario. Junto a él estuvieron R de Rumba a los platos y El Momo acompañando a la voz que ayudaron al rapero a construir dos horas de letras comprometidas, moralinas, reggae, funk, versatilidad, puntos sobre las íes y estribillos coreados como himnos. También Xhelazz subió a cantar algunos de los temas más gamberros que se pudieron escuchar el jueves.
'Esto no se para' desató la locura de un Palacio cómplice que demostró que el nuevo álbum ha calado con intensidad. Kase.O, consciente de que llega a mucha gente joven, no perdió la oportunidad de echarles la bronca y de darles consejos. En un monólogo largo (demasiado) e intenso pidió paz, pidió «ir más a ver a nuestros abuelos», les animó a hacer lo que sea «pero hacerlo bien», a dejar las pantallas... «Cuanto más amor das, mejor estás», concluyó.
El zaragozano fue muy generoso con el tiempo y con el público, repasando temas de su último trabajo, 'El Círculo', pero sin olvidar clásicos que la gente estaba deseando escuchar, incluidos algunos de Violadores del verso. El subidón llegó tras el primero (de tres) finales del concierto. Con 'Mazas y catapultas' el público se puso bailongo y con 'Mitad y mitad' llegó el momento sensual. No faltó la polémica 'Basureta', que cantó acompañado únicamente de una silla iluminada por un foco. Pero todavía quedaban 'Cantando' o 'Ballantines'.
Cada estrofa, cada verso, cada palabra de Javier Ibarra fue un triunfo.
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