Era una cata a ciegas de seis postres, cada uno de un punto distinto de la geografía española, y los jueces no parecían ponerse de acuerdo, con comentarios disímiles sobre los puntos fuertes y las debilidades de bizcochos y cremas con chocolate, caviar, oro ... o frutas. Después de probar cuatro postres de distinto tenor y ambición, con presentaciones que iban de los sencillo a lo deslumbrante, llegó el quinto concursante.
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Siempre sin saber de quién se trataba, el plato no tenía pirotecnia alguna. Era una tarta de limón, que se presentaba con ese mismo nombre, aunque su pastelero enfatizaba que contenía menos azucares y grasas, sin perder su esencia. Crema de limón, helado de avellana y miel de caña. «Un clásico reinventado», murmuraron en el escenario de Reale Seguros Madrid Fusión. «Tiene un buen concepto estético, es ligero y tiene todo lo que tiene que tener la tartaleta», opinó el presidente del jurado, el famoso pastelero Paco Torreblanca, que criticaba la miel, demasiado astringente y recomendaba algo «balsámico».
El ganador de la edición anterior, Paul Contreras, lo encontró «muy goloso, moderno, realizado con técnicas actuales y una presentación preciosa. La tarta de limón es cojonuda y no necesitaba la avellana». Al resto del jurado le gustó. Ninguno dejó nada en el plato, aun cuando habían dejado el anterior casi intacto. «Es todo un postre de restaurante», sentenció uno de ellos. «Bien ejecutado, impecable». La deliberación fue larga, más de lo habitual, mientras los seis concursantes, todos muy jóvenes, que se están abriendo camino en el mundo de la repostería y la restauración.
El autor de esa tarta de limón «reinventada» es Alfredo Machado, del restaurante Tickets, del grupo elBarri, de Albert Adrià en Barcelona. Sin embargo, a pesar de tan buenos comentarios, los otros cinco postres también habían levantado buenas críticas. La 'Revolución del queso', inspirado en una tabla de quesos, preparado por Silvia Veiga del restaurante La Pedrera, mereció el segundo premio. «Un postre complejísimo y muy bien ejecutado», determinó Torreblanca.
El tercer puesto fue para Marlene Hernández, que regenta el obrador 100% Pan y Panadería, de Tenerife, con un postre que llamó 'Orgánico', con grandes dosis de fruta de la pasión y mandarina, con jengibre, chocolate blanco, avellana y un aéreo de tarta de queso. Un postre grande, que «requiere cierta técnica y que tiene muchos matices», dice Torreblanca. «Me ha parecido muy original», mantuvo sor Miriam, monja pastelera de un convento de Las Clarisas. «Te deja un picor en la boca la mandarina». Tres postres que representan las tendencias actuales de la pastelería.
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