Lleva más de cuarenta años dominando el segundo gran ensanche logroñés. Inmutable en sus formas geométricas, la Casa Consistorial de Logroño no perdió la compostura aunque le tocase esperar casi una hora a los arquitectos que iban a homenajear la primero controvertida y después casi ... unánimemente alabada obra del arquitecto Rafael Moneo.
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Porque ayer, con la tranquilidad de un Ayuntamiento que vibra de día y se relaja por la tarde, la Fundación Docomomo entregó una placa de reconocimiento al edificio. Una placa que servirá para poner al Consistorio en la lista de edificios modernos que merece la pena divulgar, proteger y, por supuesto, visitar.
El alcalde la ciudad, Pablo Hermoso de Mendoza, recibió ayer el distintivo aunque, de momento, no colgará en sus paredes. La idea es que sea en presencia del arquitecto navarro cuando se lleve a cabo el acto oficial.
«Rafael Moneo nos ha confirmado que vendrá, si puede, aprovechando la celebración de la Semana de la Arquitectura», adelantó Ángel Carrero, patrono de la Fundación Docomomo en La Rioja.
«Este Ayuntamiento se considera el primer edificio democrático de España», señaló Carrero, ya que fue concebido en los últimos coletazos del franquismo e inaugurado en 1980. «Nuestro objetivo es preservar los elementos de la arquitectura moderna y este es uno de los ejemplos de la primera obra de un arquitecto tan importante como Moneo», añadió.
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Sería luego Jesús López-Araquistáin el cicerone encargado de desgranar, primero ante una maqueta y posteriormente caminando por sus estancias, las soluciones arquitectónicas, los detalles, el mobiliario y hasta las ideas que subyacen en la obra.
El alcalde también ahondó en esa idea de un espacio abierto que ejerce como casa de todos los logroñeses, y puso como ejemplo el salón de plenos. «Tiene la forma de media herradura, es como 'El abrazo' de Juan Genovés, con representantes y representados a la misma altura y dos grandes ventanas abiertas para que todo sea transparente y corra el aire», sintetizó. «No es solo belleza, sino arquitectura de acuerdos, de concordia», subrayó Hermoso de Mendoza.
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«Logroño abierto»
Esa idea de «un Logroño abierto y cosmopolita» es la que brindó el primer edil a los representantes del Consejo Superior de Arquitectos, que ayer y hoy se reúnen en Logroño durante un pleno ordinario, y de la Fundación Docomomo para explicar iniciativas como Concéntrico 08, que hoy dice adiós a las intervenciones efímeras que estos días han llenado diversos puntos de la capital. Y destacó el papel de la arquitectura como «piedra de bóveda que une ciencias y letras».
Después de la visita y a la espera de encontrar un lugar de honor para la placa de Docomomo, el edificio volvió a cerrar sus puertas para recuperar esas líneas puras, ese juego de materiales lisos y rugosos, de utilidades administrativas y espacios abiertos para el ciudadano.
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Un edificio valiente cuando se construyó hace más de cuatro décadas y que todavía continúa siendo funcional, elegante y hermoso. Y que sigue siendo estudiado por alumnos de Arquitectura, tal vez la mejor muestra de su vigencia.
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