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Patentado en 1937 por el gallego Alejandro Finisterre, el futbolín es un legendario y castizo juego que en su formato mas pop y 'modernuqui' se ... ha convertido en una pieza de alto diseño. El MoMA, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, ha incorporado como pieza exclusiva de su tienda el colorido futbolín 'RS4 Home x Hey', concebido y elaborado por la firmas RS Barcelona y Hey. Un juego que pasa de los bares y recreativos a las mansiones de los amantes del arte. Y es que el exclusivo juguete no es barato: 6.350 euros para el público en general y 5.715 para los amigos del museo.
En el catálogo de RS Barcelona hay varios modelos de futbolines, mesas de billar y pimpón. Su origen es una empresa familiar que proveía de componentes a Futbolines Córdoba, el gran fabricante de futbolines tradicionales. «La segunda generación de la firma tuvo la lógica instintiva de llevar su conocimiento más allá, con idea de sacar el futbolín del garaje y llevarlo a las zonas más vividas de la casa», explica María Carrasco, representante de RS.
Sus diseños para los divertimentos caseros como billar y el pimpón se convierten en mesas de comedor o trabajo con mínimas modificaciones. Con osadía, se alejan de los lugares comunes, los tópicos y las inercias de décadas de diseño convencional. Frente a los apagados tonos beis de la madera, color a raudales, con una mezcla de rojo, morado, azul y amarillo aportación del estudio Hey, especializado en el tratamiento del color y fundado por Verònica Fuerte; frente a la inexpresividad de los hieráticos futbolistas de palo o latón, dinamismo atlético y aluminio, con los brazos en carrera; frente a la 'mazcotez' del diseño tradicional, elegancia, funcionalidad y ligereza a base madera de iroko «de origen sostenible» y acero recubierto de polvo de alta calidad.
En contra de los futbolines pensados para hoteles, restaurantes y oficinas y con jugadores muy 'tralleros', el del MoMA es de uso casero. 'Futbolito' «viene con un manifiesto a favor de la diversión real y auténtica», escribe Rafael Rodríguez, CEO de RS Barcelona. «Es una declaración de intenciones para recuperar la buena costumbre de practicar juegos activos con familiares y amigos. De reducir el tiempo de pantalla, apagar la tele, la videoconsola y el móvil y conectar con tu gente. De dejar de lado la inmediatez y dar 'me gusta' a los momentos que vivimos. De celebrar que todos juntos no necesitamos excusas, dejando pasar el tiempo sin prisas», agrega.
Su refrescante inspiración pop cautivó a los responsables de la tienda del MoMA que lo sometieron a los ocho exigentes criterios de los conservadores para forma parte de la selección exclusiva del museo. La futbolera mesa se vende desarmada y con un plano para una «fácil instalación», según dicen sus fabricantes. Nada complicado para quienes hayan adquirido habilidad montando los muebles de la conocida multinacional sueca que inundan nuestros hogares.
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