La fusión gastronómica en torno al idioma cierra el 'Futuro en Español' en Bogotá

Andrés Rueda, sumiller principal de la compañía de vinos Buenvivir, fue el encargado de dirigir una cata de cinco vinos españoles de Rioja, Rueda y Ribera del Ebro que acompañaron a diferentes creaciones gastronómicas colombianas que compartieron los responsables del grupo Vocento y de la Revista Semana, además de los representantes de diferentes entidades colaboradoras y patrocinadoras.

Ese fue el cierre formal de dos días de actividad que comenzaron con la recepción en la embajada de España en Colombia antes de trasladarse hasta la sede de Semana para analizar el patrimonio material e inmaterial de España y Colombia. Allí, Juan Carlos Jiménez, codirector de la investigación Valor económico del Español, recordó las múltiples facetas de un idioma que apostó por convertir en “pértiga” para que las empresas de ambos lados del Atlántico puedan aprovechar todas sus potencialidades. Además de fijar los retos del idioma común, recordó la importancia que en su momento tuvo para la internacionalización de las firmas españolas, proceso que, desde hace algunos años, afrontan las latinoamericanas.

Los legados culturales, empezando por el del propio idioma, se abordaron en una mesa redonda en la que la Fundación San Millán recordó su labor de investigación y preservación de los orígenes del castellano y en la que Jaime Abello, de la Fundación Gabriel García Márquez, presentó alguna pincelada de lo que ya es el Centro Gabo, un proyecto que gira en torno al inmenso legado del Nobel colombiano.

Además, en un escenario en el que el inglés, reconocieron los ponentes, continúa siendo la lengua de referencia en el contexto internacional, Alberto Bernal, de Indra, recordó que en la gestión inteligente de los territorios a través de la aplicación de las TIC es el español el que manda. También Miguel Ángel Ordóñez, director de Ingeniería de Sacyr Construcción Colombia, defendió la necesidad de ahondar en esa nueva concepción de los territorios y en la importancia de involucrar al ciudadano de a pie para conseguir que las ciudades sean cada vez más amables con sus habitantes.