Fuente Ymbro dinamita el triunfo de Urdiales

El toro no tenía fuelle para continuar en el viaje que Urdiales trataba de imprimir. Tras un comienzo de probaturas, por ambos pitones, sacando al toro hacia el tercio alargando la embestida, tomó la muleta con la mano diestra. Las primeras series fueron por ese pitón, deslucidas la mayoría porque cuando llegaba al embroque soltaba la cara. Siguió soplando el viento. Demasiado molesto. Cambió al pitón izquierdo y aquello tampoco terminó de coger vuelo. Todo lo hizo en el tercio, sin exigirle y aprovechando que se movía mejor hacia la querencia. Terminó a ras de tablas y metió la estocada hasta la empuñadura pero la sacó al instante. El toro cayó y todo quedó en silencio.

Un mastodonte de 615 kilos le salió en cuarto lugar. Agresivo de fachada que luego embistió a la defensiva. La tarde cuesta arriba, pesaba ya como una losa y comenzamos deambular. Todo muy complicado. Se ponía fea la cosa. Tomó primero los vuelos del capote con la carita alta y sin demasiado celo, la antesala a una faena de muleta en la que el trasteo no fue ni cómodo ni tuvo empaque. Intentó Urdiales colocarse para tirar de él, pero lo hacía descompuesto y sin desplazarse, y eso dificulta una barbaridad el estar listo para hilar el siguiente muletazo. Le fue imposible a Diego dar forma a la faena, pese a intentarlo con el viento de nuevo en contra.

Le pidió paciencia al público. Trató de enseñarle al toro a embestir, de meterlo con dominio, pero cuando se topaba con la muleta se revolvía y lo hacía a la defensiva. Falló con los aceros.

Nos metió en la tarde Roca Rey en el quite que le hizo a su primero. Ajustadísimas las chicuelinas con las que calentó. Luego con la muleta hubo chispotazos de transmisión cuando Roca le conseguía unir series, pero se acabó pronto y fue aplaudido. Con violencia tomó los vuelos su segundo hasta que consiguió someterlo por bajo y embistió con transmisión el mansurrón quinto. De infarto fueron algunos muletazos porque se los pasó verdaderamente cerca. Explosivos un puñado de ellos. Se fue a los terrenos de chiqueros y ahí siguió exponiendo, pasándoselo por aquí y por allá, y gustó. El fallo con la espada le privó de premio.

Ni un pase tuvo el tercero con el que Ginés Marín volvió a Las Ventas tras la grave cogida que sufrió el día de San Isidro. Abrevió. Con el que cerraba plaza lo tuvo que hacer todo de uno en uno, porque tampoco se entregó.

Diego Urdiales volverá este viernes de nuevo a Madrid, y lo hará con los toros de Victoriano del Río. Los diestros Alejandro Talavante y Ángel Téllez, que sustituye a Emilio de Justo, le acompañan en el cartel.