La fórmula del oro

La realidad es que el éxito en la implantación de los juegos para móviles comenzó a desarrollar un modelo de negocio basado en free to play (jugar gratis) pero cuyas formas de rentabilización tenían que ver con dichos micropagos. En el caso de Fortnite, por ejemplo, estos pagos digitales daban acceso a distintas y nuevas estéticas o a bailes y gestos característicos. Una vez comprobado el éxito de la nueva fórmula, esta forma de monetización llegó para quedarse y cada vez más y más juegos incorporaron los micropagos de diverso tipo como un ingreso complementario a la venta del juego en sí... o como está pasando ahora mismo, como principal manera de rentabilización del producto, aunque sea de pago.

1. Micropagos estéticos o de apariencias personalizadas

Fueron los precursores de esta nueva forma de monetización y el origen del cambio de mentalidad en la industria. En teoría parecen la forma menos dañina para el usuario de incorporar estos pagos ya que no afecta a la jugabilidad y tan solo tiene un componente estético, pero no hay que olvidar que forman parte de la estrategia de captación y fidelización del usuario para que no abandone el producto a corto plazo.

2. Micropagos pay-to-win

Ya generaron una fuerte polémica en su momento y quizá haya sido el motivo por el que han sido poco a poco relegados por parte de la industria. En juegos donde el multijugador competitivo constituye la principal dinámica se llegaron a implantar productos de pago que proporcionaban ventajas a la hora de disfrutar de la experiencia y mejorar el rendimiento. Para efectuar la mayoría de estos pagos era necesario cambiar dinero real por la moneda virtual del juego en cuestión. El mejor ejemplo fue 'Star Wars Battlefront 2', un shooter multijugador de 2017 en el que el jugador conseguía las mejores armas, naves, armaduras... mediante pagos con dinero real, algo que generó el rechazo de toda la comunidad.

3. Cajas de botín o 'Loot boxes'

Muy presentes en determinados juegos actuales, ahora mismo están en el ojo del huracán debido al componente de azar que conllevan. Se trata de cajas de recompensas que obtiene el jugador mediante pagos de dinero real o por haber llegado a alcanzar determinados objetivos, normalmente en juegos multijugador. Por supuesto, la probabilidad de que aparezca el mejor contenido o el más exclusivo es muy baja. El ejemplo más claro se encuentra en el modo de juego Ultimate Team de la saga de simuladores de fútbol FIFA. Ultimate Team está orientado al juego multijugador en una dinámica donde el jugador crea su equipo a partir de los jugadores que aparecen en estos sobres o cajas botín. El problema tiene que ver con que el juego está clasificado para todos los públicos según la clasificación PEGI europea y no avisa de la presencia de esta dinámica de juegos de azar... y de pago.

4. 'DLC's', pases de batalla...

Es otro micropago muy extendido en este momento en los juegos tanto gratuitos como de pago. Se trata de contenido extra que se suministra al juego, a veces coincidiendo con un periodo determinado de tiempo. A modo de las temporadas de las series de televisión, un juego puede recibir nuevo contenido en forma de nuevas misiones, armas, vehículos, apariencias y un largo etcétera. Por supuesto, si el usuario compra el contenido de una temporada entera puede resultar más barato que si compra cada actualización por separado. Otro de los efectos perniciosos que genera esta clase de micropago es la publicación de juegos escasos de contenido o, directamente, a medias o sin acabar, pensados para actualizar su contenido poco a poco y forzar al usuario a volver a pagar para acceder a la totalidad del contenido.

Cada vez más países europeos están legislando para proteger a los usuarios de estas nuevas prácticas monetizadoras. De hecho, el PSOE ya ha presentado una Proposición No de Ley en las Cortes Generales instando a «acordar un marco regulatario para las cajas botín como juegos de azar» y a «adaptar a la normativa vigente el etiquetado y publicidad de los videojuegos que contienen microcréditos y/o cajas botín».

Países como Bélgica y Holanda ya se han pronunciado legalmente sobre estas prácticas, llegando al extremo de multar económicamente, en el caso holandés, a Electronic Arts (EA Sports) debido a las cajas de botín.

Mientras tanto desde la industria nadie parece dispuesto a dudar de la legalidad de esta nueva tendencia. Como ejemplo, en la presentación de su último informe financiero, Activision Blizzard ('Call of Duty:Modern Warfare' y 'Call of Duty: Warzone') presentó unos ingresos de 1.200 millones de dólares provenientes de las microtransacciones de un total de 1.950 millones desde julio a septiembre de 2020. Y no hay que olvidar que esta compañía reconoció haber diseñado un sistema de emparejamiento en los servidores que enfrentaba solamente a jugadores que habían efectuado micropagos, mientras los jugadores que no lo habían hecho se enfrentaban entre sí... aunque ellos dicen que no lo llegaron a utilizar.