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El MUWI se ha hecho mayor. En la segunda jornada de la cuarta edición miles de espectadores acudieron al reclamo del concierto de Iván Ferreiro como cabeza de cartel. No ha habido una actuación tan multitudinaria en el MUWI en ninguna de sus tres ... ediciones anteriores y apenas había espacio libre, a pesar de lo cual, serpientes de personas se empeñaban en intentar alcanzar las primeras filas una vez iniciado el directo. ¿Al fondo hay sitio? ¿Y solo ellos son capaces de verlo? Poco después, cuando se daban cuenta de que su camino era una vía muerta, con la misma mala educación regresaba esa fila india molestando al personal que había llegado puntual. Público aparte, la jornada fue buena e hizo crecer exponencialmente al festival.
Iván Ferreiro acudió con toda la banda al completo, con seis músicos además de él mismo, y aunque no interpretó ninguna canción de Golpes Bajos sí eligió alguna de Piratas para redondear su repertorio. Mandaron, sobre todo, los temas de su último disco propio 'Casa', brillando especialmente 'Casa, ahora vivo aquí', 'Tupolev' y 'El viaje a dondenosabidusientan'. Fue un concierto que fue de menos a más, cobrando intensidad hasta finalizar con una difusa interpretación de 'Turnedo' iniciada con algunos de los versos del 'It's only rock 'n'roll' de The Rolling Stones. Un gran colofón que finalizó con una mini sesión discotequera para un cartel que combina bien diversas propuestas.
Antes que Iván Ferreiro actuó Delafé, y hay que reconocer que Óscar D'Aniello ha sabido sobreponerse a la marcha de la banda original de Facto (Dani Acedo) y de Las Flores Azules (Helena Míquel), porque originalmente era un trío. Acompañado de un DJ a media jornada, que aparecía y desaparecía del escenario, y de una cantante y guitarrista que también manejaba 'samplers', Óscar D'Aniello ofreció un concierto fresco y divertido, sobre todo basado en las canciones de sus discos anteriores, a pesar de que lanzará muy pronto el nuevo 'Hay un lugar'. Lo que más llamó la atención fue la forma de bailar del artista, con una enorme plasticidad y que empujaba al público a seguirle. Con una música entre el hip hop y el pop, Delafé fue una agradable ola de verano que se recordará con cariño. Una de sus últimas canciones fue 'Adrenalina', que grabó con Delaporte, y D'Aniello la presentó así: «Delaporte no ha podido venir hoy»; y, al darse cuenta de que habían estado una hora y media en ese mismo escenario, rectificó: «Bueno, sí ha podido venir pero se ha marchado volando».
El ambiente fue una de las mejores cosas de MUWI. Hubo colas enormes para adquirir los 'tickets', pero esas aparecían y desaparecían como el Guadiana. La cocina de la barra funcionó rápido, hubo huecos donde sentarse y descansar, diferentes zonas dentro y fuera de Bodegas Franco Españolas en las que gastar el tiempo entre concierto y concierto… Pero también algunos inconvenientes, como que el IPU & Lugg DJs continuara con su sesión una vez iniciado el concierto Delafé. A modo de curiosidad, predominan los grupos de amigos ataviados con la misma floreada camisa de verano.
Lo realmente extraño fue la actuación de Aurora & The Betrayers. Primero realizaron un concierto «breve y reducido» en el Escenario Los Tinos, un aperitivo en el que se percibió la calidad del directo, la prodigiosa voz de la cantante, el enérgico 'soul' y blues que emanan los músicos, pero parecía otra banda. En la última edición de Actual Aurora & The Betrayers fue una apisonadora y en cambio en MUWI no llamaron tanto la atención. Sí que hay que agradecerles un mensaje de prudencia esencial para la vida cotidiana y la salud mental: «¡Recordad: si bebéis, no seáis pesaos!». Amén. Fue un buen concierto, no cabe duda, tocaron de cine, no se puede negar, pero no hubo esa fuerza arrolladora, ese clímax que prometían por las buenas sensaciones que dejaron meses atrás y con el que los músicos hacen surf sobre el escenario. Todo lo contrario que Delaporte antes, un grupo de electrónica que parece protagonizado por dos 'millenials' disfrazados de Nike. Ya desde la segunda canción, 'Cariñito', lograron una conexión total con el público. Es un dúo en las antípodas de la mayoría de los artistas del cartel de MUWI pero, por lo que fuera, protagonizaron bien su papel, él atento a lanzar las pistas y ella bailando con frescura y cierta sensualidad sobre el escenario.
Pero si hubo un héroe en esta jornada de MUWI fue la banda que abrió el Escenario Principal, My Expansive Awareness. Los zaragozanos soportaron un calor brutal con el sol de cara. Nada que no exista en cualquier otro festival de verano, pero cuando, además, actúas para medio centenar de personas y el más cercano durante buena parte del directo está a 20 metros coger los bártulos y volver a casa resultaría lo más comprensible. No obstante, completaron su concierto y, al final su cantante, Lucía Escudero, se preguntó: «Nos quedan una o dos canciones, no sé». Y saltó la sorpresa, había un fan entre el público que contestó convencido: «¡Dos, dos, mejor dos!».
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