Secciones
Servicios
Destacamos
Pantalones de pitillo, melenas, un batería con camiseta de tirantes y, sobre todo, mucha guitarra. Rock and roll, sin duda. La segunda jornada del III Ezcaray Fest arrancó, si no con la sorpresa de Los Zigarros, sí con la buena acogida del primer concierto, siempre ... difícil, ya con más de un millar de espectadores en El Atadero, que albergó el Escenario Principal El Naturalista. Con velocidad y una intensidad bárbara proporcionada, sobre todo, por el batería y su vertiginosa forma de tocar, comenzó un prometedor cartel en una noche inolvidable para Ezcaray. Y es que puede que ningún otro evento haya logrado reunir a 4.500 personas en el municipio riojalteño. Los Zigarros presentaron las canciones de su nuevo disco 'Apaga la radio' y realmente lo hicieron de forma sobresaliente. También hubo temas muy celebrados de sus anteriores discos, como '¿Qué demonios hago yo aquí?' y 'Resaca', y la versión de 'Wipeout', una divertida canción instrumental de 'surf'. Una hora de repertorio dejó muy buen sabor de boca y el listón muy alto para todo lo que quedaba de cartel.
No fue menos bueno Tarque, que basó su actuación en el repertorio de su primer disco en solitario, sazonado con alguna otra versión, como el 'Come together' de The Beatles. El cantante de M-Clan tiene un carisma y una fuerza sobre el escenario a prueba de bombas, es arrollador, pero es que, además, estuvo acompañado en directo por el guitarrista Carlos Raya y el cóctel resultó exquisito. Un concierto sobresaliente, bien conducido e interpretado. A Carlos Tarque no le falta ni actitud ni puesta en escena, pero es humano. Se presentó con unos ceñidos pantalones negros, rotos por la entrepierta, y unas gafas de sol que bien podría haber mantenido por coquetería o chulería, pero no. «Aunque soy muy fan de Ray Charles, llevo gafas porque tengo una conjuntivitis que casi no veo y me impide venir aquí, ¡pero no ha podido conmigo!», confesó quitándoselas y mostrando unos ojos semicerrados como si le estuviera dando un foco de frente. Empezó acompañándose de una pandereta y acabó rindiéndose ante su batería. Una hora de concierto exprimida al máximo con una docena de canciones como 'Heartbreaker' y 'Cactus en el corazón', con una final a modo de homenaje general, 'Donde nace el rock and roll'.
Pero lo mejor siempre está por llegar. Ya se circulaba con dificultad por el recinto y había una fila descomunal para acceder a los servicios femeninos cuando aún faltaban por entrar espectadores para ver a los cabezas de cartel, Berri Txarrak y The Baboon Show. Y había fauna silvestre, en plena Sierra de la Demanda, de todo tipo. Había rockeros de toda la vida, con sus melenas, desafeitados, con camisetas negras; incluso algún punk con camisetas de Cicatriz, pero también muchas camisas de leopardo, algunos gorros blancos ibicencos, un puñado de despedidas de soltero con insólitos disfraces, algunos tacones de vértigo, llamativos tatuajes e, incluso, un tipo con el uniforme completo de un equipo de béisbol.
Con Berri Txarrak el recinto explotó porque lo cierto es la mayoría había ido a verlos en su gira de despedida. Y es que este grupo navarro de rock en euskera volvió a demostrar que tiene mucho predicamento en una localidad de fuerte presencia vasca como Ezcaray. Potencia, a rabiar. Y letras, como salmos. El público se entregó en un directo arrollador y el grupo agradeció su nueva presencia en el festival, «que siempre nos ha tratado muy bien», y es que ya estuvieron en la primera edición, eso sí, sin lograr reunir entonces ni a la mitad del aforo de ayer. Más de una hora de concierto que empezó con 'Jaio', en la que se escucharon canciones como 'Spoiler', 'Katedral' y Oreka' y que finalizó con 'Oihu'. También hicieron una versión, el único tema que, curiosamente, cantaron en castellano, el 'Toro' de El Columpio Asesino.
The Baboon Show ofreció la traca final, con un directo muy potente, pero tan bien lo hicieron sus compañeros de escenario que quizá no destacaron tanto como se esperaba. Canciones rápidas de punk rock, sobre todo de su último disco, 'Radio Rebelde'. Cabe destacar que esta fue la presencia femenina más importante del Ezcaray Fest, además de la única internacional, aunque al mediodía ya tocó, junto a Messura, The Crab Apples, una banda formada por tres chicas y un chico a la batería, en el Escenario Gómez Cruzado de la plaza de la Verdura. En definitiva, el festival ha venido para confirmar que el rock está muy vivo y tan futuro tiene que antes de terminar los conciertos la organización ya anunció las fechas de la cuarta edición.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.