Silvia Eguíluz González | Escritora

«La fantasía puede estar en cualquier lugar»

– 'Vinícula' es una novela de fantasía que arranca en una bodega de Haro, mezclando así el género con el costumbrismo. ¿Era su intención?

– Es mi estilo, me gusta que todo esté siempre en escenarios cercanos. Cuando era pequeña echaba de menos que las historias que leía no estuvieran ambientadas en lugares que recorro y cuando empecé a escribir siempre tuve claro que fueran lugares fáciles de reconocer por el lector. Creo que la fantasía puede estar en cualquier lugar. Así fue. Luego se ha puesto de moda la novela negra provincial, en todas partes parece que hay un asesino en serie, pero hace años no era frecuente.

– También hay un toque histórico, pues comienza en 1878...

– Al fin y al cabo, toda novela tiene que tener algo de historia. Cuando vas a contar algo, sea fantasía o más o menos imaginario, tiene que tener un trasfondo imaginario, lo tienes que ubica en una situación, en un momento. Y cada historia tiene su momento. Hay que documentarse, que es una parte muy bonita de construir una historia que a mí me gusta.

– Incluso propone un nuevo enfoque sobre la tradición enológica de Haro, desde el punto de vista casi de una novela gótica...

– Le pega un monstruo a las bodegas... Las bodegas son un lugar lúgubre, frío, sombrío... Edgar Allan Poe ya escribió un relato de terror ambientado en una bodega y hago una mención a él en 'Vinícula'. Creo que puede ser un lugar tenebroso y todo lugar tenebroso merece un monstruo. Una bodega también.

– ¿Es complicado el género de la fantasía o da mucha libertad?

– No lo veo complicado en mi caso. A través de este género me adentré en la literatura, de las que tengo mejor recuerdo son 'Frankenstein', 'Drácula', 'Narraciones extraodinarias'... Es lo que me resulta más fácil crear y con lo que me siento más cómoda. Supongo que pasará lo mismo con quien escriba poesía o novela negra. Las historias deben ser universales, todo autor busca eso. No tienes que esta al lado del lugar para disfrutar de una obra.

– El propio formato de bolsillo del libro evoca las novelas populares de entretenimiento...

– Esa es una seña de identidad de la editorial, Con Pluma y Píxel, que es riojana, y con la colección Pluma Pocket busca, precisamente, eso, novela popular de entretenimiento rápido que propone una evasión. Es un homenaje a Clark Carrados, escritor que era de Haro, precisamente, y hacía este tipo de novelas. Es lo que se busca, una novela rápida, breve y, sobre todo, aunque está destinada a cualquier lector, busca al juvenil, chavales de 14, 15 y 16 años. Creo que este tipo de formato va muy bien para los que están iniciándose en la lectura.

– ¿Se lo ha pasado tan bien la autora escribiendo la novela como da la impresión leyéndola?

– Sí, me lo he pasado muy bien. Pero es que si tengo que sufrir escribiendo, no escribo. Siempre que escribo es para pasármelo bien porque creo que es la mejor forma de hacérselo pasar bien al lector. Al fin y al cabo se escribe para los lectores y cómo van a disfrutar si no lo has hecho tú.