El Escorial se rinde a Navarrete El Mudo
Exposición ·
Bajo el título 'Navarrete El Mudo, nuestro Apeles español en El Escorial', 18 obras del pintor riojano pueden contemplarse hasta el 7 de abril de 2022 en el monasterio madrileñoSecciones
Servicios
Destacamos
Exposición ·
Bajo el título 'Navarrete El Mudo, nuestro Apeles español en El Escorial', 18 obras del pintor riojano pueden contemplarse hasta el 7 de abril de 2022 en el monasterio madrileñoTras varios años de estudio y restauración, la muestra titulada 'Navarrete el Mudo, nuestro Apeles español en El Escorial' abrió sus puertas en el monasterio escurialense el 7 de abril de 2017 tras varios lustros de cierta penuria, sobre todo las obras situadas fuera de la basílica. En principio, la exposición no estaba destinada a mantenerse tanto tiempo a disposición del público, pero el éxito de la propuesta de Patrimonio Nacional y la posterior pandemia del COVID-19 han propiciado que la fecha de cierre se prorrogue hasta el 7 de abril de 2022.
Bajo el comisariado de Carmen García-Frías Checa, conservadora de Pintura Antigua de Patrimonio Nacional, y aprovechando los magníficos Salones de Honor y la exuberante Basílica del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, el visitante puede contemplar 18 pinturas de gran formato y belleza, así como diversos libros y documentos del siglo XVI, entre ellos el contrato original que redactó el rey Felipe II para que el artista logroñés pintara los cuadros de la basílica, el documento de pago de la memoria de los lienzos del artista y otras cosas que el pintor dejó en El Escorial, tras su muerte, al veedor García de Brizuela para que los entregara a su majestad.
Juan Fernández de Navarrete nació en Logroño en 1538 en el seno de una familia acomodada y con ilustres parientes, que se dedicaba al negocio textil y tintorero. Residiendo en una zona próxima entre los conventos de San Francisco y Madre de Dios, no muy lejos del río Ebro, a los tres años sufrió el niño una severa enfermedad que lo dejó completamente sordo e incapaz de hablar. Desde entonces su lenguaje se limitó al mundo de las señas y los dibujos.
Sin otro medio de expresión que el de sus manos, el pequeño desarrolló muy pronto notables dotes para la pintura, por lo que la familia optó por ingresarlo en el monasterio jerónimo de La Estrella, en San Asensio. Alumno del pintor fray Vicente de Santo Domingo, además de acostumbrarlo a una incipiente lengua de signos, muy usual en las comunidades religiosas que guardaban el voto de silencio, pronto aprendió el joven logroñés a leer, a escribir y a hacer cuentas, lo que le permitió adquirir una amplia cultura clásica.
También le instruyó fray Vicente sobre modernas técnicas pictóricas, lo que empujó a su docente a aconsejar a la familia de Navarrete un viaje a Italia para desarrollar el increíble don que tenía con los pinceles. El padre José de Sigüenza, en su 'Historia de la Orden de San Jerónimo', relata que El Mudo se empapó del arte de Roma, Venecia, Milán y Nápoles, e incluso afirma que trabajó en el taller de Tiziano, aunque este episodio parece hoy descartado.
De regreso a España, se desplazó en 1565 al Escorial, donde fue requerido tanto por fray Vicente de Santo Domingo como por el entonces vicario del Monasterio de la Estrella, fray Juan de Badarán. A favor de El Mudo constaba que la orden jerónima era la encargada de construir y administrar el monasterio escurialense, por lo que muy pronto le confió Felipe II que restaurase el 'Descendimiento de Rogier van der Weyden' y el 'Noli me tangere', de Tiziano. Satisfecho con el resultado de ambos encargos, y tras la presentación de su obra el 'Bautismo de Cristo' (El Prado, 1567), Fernández de Navarrete fue designado pintor del monarca el 6 de marzo de 1568, pese a que al puesto también aspiraban maestros como Luis de Morales, El Greco o Sánchez Coello.
Título 'Navarrete El Mudo, nuestro Apeles español en El Escorial'.
Lugar Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Salones de Honor y Basílica del Real).
Fechas y horarios De martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas. Cierre de taquillas a las 19.00 horas. Hasta el 7 de abril de 2022.
Entradas. Tarifa única Monasterio + Exposición. Básica 10 € y reducida: 5 €.
Servicio de información. Teléfono 902 044 454.
«Su producción artística se ajustaba perfectamente a los requerimientos de decoro y piedad instituidos en el Concilio de Trento en 1563, por lo que Navarrete pronto se constituyó en el artista español más idóneo para la decoración de El Escorial. En vida gozó de gran prestigio, tanto ante el monarca como ante figuras influyentes como el Padre Sigüenza, que le dedicó grandes elogios, llegando a denominarlo 'nuestro Apeles español' –pintor favorito de Alejandro Magno–. Su fortuna crítica tras su prematura muerte a los 41 años también es unánimemente elogiosa», explica la comisaria García-Frías.
Era tanta la confianza de Felipe II en Navarrete, que el riojano recibió el monumental encargo de realizar treinta y dos pinturas de santos para las capillas laterales de la basílica de El Escorial. Pero la delicada salud del artista, que sufría graves dolores digestivos, le obligaron en varias ocasiones a abandonar El Escorial y a reponerse tanto en La Estrella como en Logroño, junto a su madre, Catalina Jiménez.
Antes de fallecer en Toledo, el 28 de marzo de 1579, únicamente pudo completar ocho cuadros del encargo real sobre la basílica, si bien pintó otros lienzos tan notables como 'El martirio de Santiago' (1571), 'San Jerónimo penitente' (1569), 'Abraham y los tres ángeles' (1576) –actualmente en la National Gallery de Dublín–, 'Cristo apareciéndose a su Madre' (1578-1679) o 'Entierro de San Lorenzo' (1579). Por desgracia, otras obras de El Mudo desaparecieron en el incendio del Real Alcázar de Madrid (1734).
En relación al futuro Museo de Colecciones Reales de Madrid, que se ubicará en el Campo del Moro, junto a la catedral de la Almudena y al Palacio Real, el director de estas Colecciones de Patrimonio Nacional, José Luis Díez, afirmó que «no está previsto» que ningún cuadro de Navarrete salga de El Escorial, porque están «directamente vinculados» con la decoración del monasterio.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.