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Un musical con mucho de gestual, una comedia de situación al uso, un espectáculo de ventriloquia, una obra de teatro picaresca del siglo XVII... Si ... algo distingue a la Muestra Nacional de Teatro 'Cómicos' de Alfaro edición tras edición es la variedad de sus propuestas, la apuesta del colectivo cultural Quatre Cats, con patrocinios del Ayuntamiento y del Gobierno de La Rioja, por acercar al público toda la amplitud que cabe en el escenario de un teatro. Toda la extensión del significado de la palabra cómicos.
Quienes se acercaron a la sala Florida en la velada del pasado sábado acudían a un musical, de pequeño formato, pero que se ha convertido en una de las revelaciones de los últimos años según público y crítica, 'Lo nuestro estaba cantado'. Dos personas en el escenario, dos para contar cantando las vicisitudes, acercamientos y lejanías, encuentros y silencios entre una pareja en pleno proceso de divorcio. Dos actores polifacéticos que llenaron el escenario en cada momento, atrapando al público en su historia: la más televisiva Rocío Madrid como Daniela y el todoterreno Jaume Casals como Joel.
Después de años de relación, y de un hijo en común, lo suyo se había desgastado hasta convertirse en «un infierno». Así se lo relataron al juez. Y al público que prácticamente llenó la sala Florida en la sexta función de Cómicos –que vive el próximo sábado su última cita con 'El imitador' del colombiano Julián Fontalvo–. Y la recorrieron entrelazando diálogos fluidos y canciones. Fue un contar cantando aquello que los que ya no se entienden no saben decir. Lo lograron con un texto de Ignasi Vidal plagado de detalles tanto en las descripciones como en las canciones que llevaron al público a las claves de la relación de los dos protagonistas.
A la salida de la vista judicial, en la que cualquier motivo, circunstancia o situación era motivo para discusión, reproches y desplantes, el ascensor falló. Se quedaron atrapados en él. Irremediablemente. Los dos. Y les sirvió para, en esa discusión continua, contar su historia combinando diálogos cruzados y rápidos con canciones que viajaron al corazón de la misma. Un juego de 'flashbacks' que, rompiendo la cuarta pared, Madrid explicó al público con toda su gracia, logrando todavía más la complicidad del respetable.
El cortejo, su enamoramiento, el embarazo, cómo se conocieron la fea gemela de Daniela y el primo torrentiano de Joel... Recordaron su relación. Y mostraron su versatilidad, tanto como actores y cantantes, como bailarines... pasando por el tango, el vals, el claqué y hasta la jota o el 'breakdance'. De hecho, terminaron de convencer al público al transformarse en hermana y primo con un par de atuendos y un cambio de voces en el diálogo y en las canciones que arrancó un largo aplauso.
Sin querer parecerse con ironía a 'Los Serrano', el final de esta sorprendió, gustó y mereció tal ovación. Agradecidos los dos, Rocío Madrid aplaudió al público por apostar una velada de sábado por el arte y apoyar a su «compañía pequeña». Lo que arrancó más ovación.
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