El entorno de Santa Catalina no deja de sorprender

Una nueva campaña de excavaciones en el entorno de la ermita de Santa Catalina, en Mansilla de la Sierra, y nuevos datos que acreditan la relevancia histórica del lugar. El equipo que encabeza el arqueólogo José Manuel Martínez Torrecilla, ha realizado trabajos en tres zonas diferentes, dos de ellas continuando con la labor que vienen desarrollando desde el año 2016.

La tercera es la que, a juicio del técnico, ha aportado los descubrimientos «más interesantes». Se trata de las excavaciones en el interior de la ermita actual, «que sabemos que fue parte de la iglesia románica del siglo XIII. Ahí hemos encontrado restos de edificaciones previas incluso a la de esa iglesia», comenzaba explicando. «Sabíamos que había unos restos en forma de un rectángulo, y queríamos saber si había una cabecera».

Pues con el trabajo llevado a cabo esta temporada, «hemos encontrado una cabecera rectangular que nos está indicando que hubo un edificio religioso pero con otra tipología. Hemos visto que cuando construyeron la segunda iglesia, la del XI, destruyeron esa cabecera. ¿Cuándo? Tenemos alguna referencia cronológica que nos llevaría al siglo VII u VIII, pero hay que estudiarlo».

Además han podido observar que «debajo de esa iglesia aparecen cortados unos restos, no sabemos de qué edificio, unas alineaciones de muros este-oeste, destruidos al construir el siguiente edificio, pero tenemos fechas de amortización por los materiales arqueológicos que se asocian, que son de finales del siglo IV o principios del V. Es decir, tenemos restos de edificios quizás desde el siglo IV, anteriores por tanto a las iglesias que hemos ido descubriendo».

A los ojos de los expertos que vienen estudiando la zona, «todo esto es muy interesante, porque vemos que no es un poblamiento de época medieval sino que ya en época alto medieval había poblamiento en la zona donde ahora está la ermita de Santa Catalina. Y tenemos una sucesión de edificios religiosos de gran interés y unos restos que aportan una secuencia constructiva y de ocupación mucho más amplia de lo que en principio esperábamos». Y matiza, «para afinar fechas tenemos que seguir estudiando».

En otra de las zonas excavadas, la más alejada de la iglesia, encontraron «una especie de habitación rectangular». Una vez limpiada la zona, «se hallaron una serie de enterramientos casi sobre la roca, de los cuales excavamos unos y eran enterramientos cristianos, con orientación canónica, es decir con la cabeza orientada hacia el oeste». Lo que también hallaron es «bastante cantidad de restos de cerámica romana tardía, lo que nos indica que, algo que ya sospechábamos, hubo un asentamiento romano tardío, posiblemente de finales del siglo IV y principios del V».

Para Martínez Torrecilla y su equipo, «es un lugar muy importante, porque por los materiales que van apareciendo creemos que el lugar está habitado desde la segunda Edad del Hierro y aparecen materiales romanos alto imperiales. Sería interesante conocer el origen del poblamiento, qué relación tiene con las vías de comunicación entre el valle del Ebro y la meseta», concluía.

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