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En su 'Ensayo sobre el cansancio' el escritor austriaco Peter Handke relata el encuentro entre un hombre cansado y una mujer borracha como un encuentro íntimo verdaderamente completo porque los dos son igualmente incapaces de oponer resistencia; no pueden hacer nada más que rendirse ... y entregarse. Esta lectura inspiró a la dramaturga hispano uruguaya Denise Despeyroux 'Un tercer lugar', una comedia sentimental con toque filosófico producida por el Teatro Español en 2017 que se presenta hoy en el Bretón (20.30 h.) dentro del 39º Festival de Teatro de Logroño.
«Este concepto de la rendición a mí me parece clave en el amor, y sobre todo en el enamoramiento -explica la autora-. Siempre he encontrado de lo más certera a María Zambrano cuando dice que enamorarse es ser vencido pero sin rencor. El caso es que cuando Peter Handke habla de las dificultades por las que pasan un hombre y una mujer antes de llegar a convertirse en una pareja de ensueño, dice que tienen que haberse encontrado antes en un tercer lugar extraño a los dos».
u'Un tercer lugar'
Autora y directora Denise Despeyroux
Intérpretes Íñigo Rodríguez-Claro, Vanessa Rasero, Giovanni Bosso, Pietro Olivera, Sara Torres y Denise Despeiroux
39º Festival de Teatro de Logroño Teatro Bretón, 20.30 h.
Con ese título, 'Un tercer lugar' reúne a seis personajes profundamente neuróticos tratando de relacionarse entre sí lo mejor que pueden y también de amarse lo mejor que saben: «Todos, en definitiva, ya sea en el papel de víctima o victimarios, amantes o amados, anhelan la posibilidad de un contacto auténtico y una comunicación verdadera; tal vez el descubrimiento de un tercer lugar donde ya no sea necesario esconderse más».
Despeyroux, una de las dramaturgas más prolíficas en Madrid y Barcelona, pero también en Buenos Aires y Montevideo, llega por primera vez a Logroño al frente de un sexteto de intérpretes formado por Íñigo Rodríguez-Claro, Vanessa Rasero, Giovanni Bosso, Pietro Olivera, Sara Torres y ella misma interpretando un carrusel de amores y desamores en quince episodios.
«El neoliberalismo ha domesticado el amor para convertirlo en producto de consumo -afirma-. Paradójicamente, solo el amor puede ayudarnos a deshacer esta trampa: la trampa de que hay que estar todo el tiempo atento a uno mismo... Es mentira y es enfermizo... El verdadero reto y la verdadera cura es estar atento al otro».
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