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'Don Quijote', por el Ballet Nacional de Cuba. BNC
Don Quijote sin doña Alicia
Danza

Don Quijote sin doña Alicia

El Ballet Nacional de Cuba regresa este miércoles al Bretón con el mismo programa que en 2005 dirigió personalmente la recordada bailarina y coreógrafa

J. Sainz

Miércoles, 22 de mayo 2024, 07:53

«Nuestro espectáculo es un reflejo de gallardía, pero también de alegría y sentido del humor. Es una quijotada». En 2005, la recordada Alicia Alonso (La Habana, 1920-2019) dirigió personalmente la representación de 'El Quijote' en el Teatro Bretón. Era el año del cuarto centenario de la novela de Cervantes y el Ballet Nacional de Cuba participaba de las celebraciones con una gira encabezada por la legendaria bailarina y coreógrafa. Este miércoles (a las 20.00 horas) el hidalgo regresa a Logroño aunque ya sin su Dulcinea cubana.

En el repertorio del Ballet Nacional de Cuba los ballets clásicos ocupan un lugar de honor, por lo que la compañía ha recibido el reconocimiento universal. Uno de los más importantes es 'Don Quijote'. Estrenado en el Bolshói de Moscú en 1869 con coreografía de Marius Petipa y Alexander Gorski, la versión cubana se presentó por vez primera en el Gran Teatro de La Habana en 1988, bajo la dirección artística y coreográfica de la propia Alicia Alonso, con coreografías de Martha García y María Elena Llorente.

«Es un ballet maravilloso», afirmaba Alicia Alonso en aquella entrevista concedida a este diario hace diecinueve años: «Nosotros lo hacemos con mucho respeto al personaje del Quijote. El espectador puede apreciarlo, puede ver realmente a don Quijote con gracia y con respeto».

Es la España invadida por los franceses a principios del siglo XIX, cuando los vecinos de un pueblo acuden ante las estatuas de don Quijote y Sancho para pedir su ayuda. Intentan revivir el espíritu del caballero, defensor del amor, la libertad y la justicia. Entre la multitud, Dulcinea, evocación del ideal amoroso, conmueve al Caballero de la Triste Figura, quien, acompañado por su escudero, termina respondiendo al clamor popular.

Con espectacular dominio técnico y un estilo artístico singular, el Ballet Nacional de Cuba, fundado en 1948, es una de las más prestigiosas compañías de danza del mundo y ocupa un lugar prominente en la cultura hispanoamericana contemporánea. El rigor artístico-técnico de sus bailarines y la amplitud y diversidad en la concepción estética de los coreógrafos otorgan a esta compañía un lugar relevante entre las grandes instituciones de su género en la escena internacional. Viengsay Valdés es ahora la continuadora de aquella tradición.

«No hay fronteras para la danza», dijo en 2005 a este diario la recordada bailarina y coreógrafa cubana Alicia Alonso

En Logroño se presentó en aquel 2005 con la que había sido su 'prima ballerina assoluta', coreógrafa y maestra, fundadora y directora. Pamela rosa de paja, collar de perlas de tres vueltas, traje de chaqueta en seda rosa palo, gafas oscuras de gran bisagra dorada y una forma de hablar que también parecía danzar: «La danza me parece una expresión maravillosa de lo que puede hacer el ser humano con su cuerpo –dijo aquel día doña Alicia–. Es una maravilla. No hay fronteras para la danza. Une a los pueblos y llega directamente al público. Aunque hay gente a la que le da un poco de respeto desconocer la parte técnica, no pasa nada; el influjo de la danza les alcanza igualmente».

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