Secciones
Servicios
Destacamos
La cultura no es un lujo; la música nos hace falta. Que haya arrancado Actual a pesar de todo solo puede significar esperanza. Entregarse a esto, como dice el maestro Ricardo Mutti, no es solo un entretenimiento, es una misión: la misión de hacer ... el mundo un poco mejor. Y aunque el concierto de año nuevo en Logroño no lo dé la Filarmónica de Viena, el arranque del Escenario de Culturas Contemporáneas ya es una gran noticia. Si además el desafío de romper el hielo lo asumieron anoche con tanta valentía dos grupos de rock muy distintos y a la vez con mucho en común, Actual 2021 ya habrá merecido la pena. El Drogas y Messura no solo compartieron escenario, también demostraron compartir un compromiso irrenunciable: esa música genuina que nos hace tanta falta. Y a pesar de que no fue la mejor noche de los riojanos ni la más potente del navarro, ambos protagonizaron algo histórico. Actual Live.
Inevitablemente tenía que ser un concierto extraño, pero sobre todo fue un concierto extraordinario. Extraño porque las obligadas restricciones sanitarias condicionan el ambiente y restan intensidad. Mucha. Los aforos, los horarios, las distancias, las mascarillas... todo se cumplió de manera ejemplar porque es la única manera de poder hacerlo.
Y extraordinario porque lo verdaderamente importante era recuperar la conexión entre los artistas y el público, y al mismo tiempo la conexión con un festival que viene a demostrar que la cultura es una bien de primera necesidad también en tiempos de crisis.
Las entradas habían volado hace un mes en pocas horas y este sábado Riojafórum se 'llenó' -se llenó del modo en que ahora puede llenarse un auditorio así-, pero ante todo se llenó de ganas con dos bandas deseosas de volver a producir esa magia única que solo ocurre en vivo. Y se llenó de un público necesitado de volver a sentir esa energía.
Messura y El Drogas. El Drogas y Messura.
Noticia Relacionada
En marzo, el maldito marzo del año pasado, Messura dio un concierto virtual para despedirse hasta la próxima. Y ese día del regreso fue ayer. 2020 iba a ser el año del entonces emergente grupo riojano, el más importante de la escena local y el de mayor proyección nacional. La frustración acumulada durante meses al ver toda una temporada echada por tierra, como le ha ocurrido a todo el sector cultural y a tantos otros profesionales, se borró anoche de golpe con la emoción de volver a verse ante su público. Eran los teloneros del Drogas, pero la sencillez de este y el cariño del público riojano pusieron a ambos grupos al mismo nivel de protagonismo. Dos actuaciones breves, intensas y emotivas para una velada histórica: el regreso de la música. El regreso del rock. Lástima que el rock a veces no termine de funcionar.
El grupo de Diego M. Continente (voz y guitarra), Germán Ruiz-Alejos (bajo), David Burgui (guitarra) y David Arandia (novedad en la batería), acompañados por el habitual trío de cuerdas formado por Irene García, Marta León (violines) y Sara Rodríguez (chelo), no necesita demostrar que es buen rocanrol, ya le pongan etiquetas indie o hardcore, lo que corre por sus venas.
Tras abrir con 'Soma' y 'Virtud', Diego tuvo que darse un par de temas más para poder hacer el saludo previsto. Demasiadas emociones. 'Dicotomía' , 'Pescador', 'Horizontes' y tras un interludio instrumental previo a 'Mienten', 'Carnaval' e 'Invertebrados' se plantaron en el final con 'Odisea' y sus cantos de sirena. Todos temas de su discografía conocida. El futuro está por venir para ellos y a veces guarda malas pasadas. Problemas técnicos con el volumen del vocalista y los pedales del bajo hicieron de un bolo tan esperado un pequeño calvario que no se merecían. Pero Messura volverá.
Sin apenas descanso para tomar aire, apareció El Drogas para dar lo suyo. Enrique Villarreal ofreció para la ocasión una selección escogida del amplio repertorio de 'Solo quiero brujas en esta noche sin compañía', su álbum quíntuple editado en 2019. Ojalá hubieran podido tocarlo con más tiempo, porque la producción en solitario del ex-Barricada con la formación que reunió para recuperar su viejo proyecto 'Txarrena' es la valiosa expresión de un creador rico, personal e incorruptible, uno de los más auténticos del rock nacional. Algo que merece escucharse en vivo con el buen hacer sobre las tablas del veterano Enrique Villarreal (voz y guitarra), Brigi Duque (batería), Eugenio Aristu Flako (bajo) y Txus Maraví (guitarra).
Aunque empezó en solitario con la acústica de doce cuerdas y 'Nada sin ti', la banda se le sumó enseguida para un directo eléctrico y potente de principio a fin. Y cañero como son las letras de este poeta urbano: 'Mientras arde tu país', 'La mala suerte', 'Con ridículo sombrero' hasta casi una veintena de temas sin parar. Una buena versión de 'Frío', dio la Alarma para ir terminando, estoy ardiendo y siento frío... tímidamente coreada por el público. Y cerrar con 'Y azulejo frío'... Y madera que arde.
Ese inconfundible sonido suyo de rock urbano y duro, con rithm'blues de la Txantrea, sabiamente combinado con el acústico, como combinan el buen rollo de 'Cuando salga la luz' y la denuncia de 'Con pinturas de guerra'. La crudeza y la poesía de un buen tipo y un gran músico, uno de nuestros imprescindibles.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.