El Instituto de Estudios Riojanos (IER) continúa engordando su patrimonio bibliográfico con obras impresas en los talleres de Arnao Guillén de Brocar y sus herederos, tanto en Logroño (donde Arnao instaló la primera imprenta de La Rioja en 1502) como en Alcalá de Henares (a ... donde se trasladó requerido por Cisneros y donde falleció en 1523). Fue uno de los mejores impresores del Renacimiento, distinguido por Carlos V con el título de tipógrafo real.
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Las tres últimas y recientes adquisiciones del IER responden a tres libros impresos por el propio Arnau Guillén de Brocar y por Juan de Brocar y Miguel de Eguía, su hijo y yerno, respectivamente. Una triple adquisición a la que han precedido varios meses de búsqueda por parte del bibliotecario del Instituto de Estudios Riojanos, José Ignacio Peso.
Impreso en Logroño en 1512 por Arnao Guillén de Brocar, 'Opera quae in hoc libro continentur...' recoge la obra del calagurritano Aurelio Prudencio Clemente, considerado el poeta cristiano más grande de la Antigüedad, con los comentarios de Nebrija. En sus páginas figuran los Himnos de Prudencio, a los que dio títulos griegos.
Desde el IER destacan la importancia de sus tres hojas introductorias, ya que contienen una temprana referencia al descubrimiento de América, así como un escudo de los Reyes Católicos con el lema 'Tanto monta'. Además, la tipografía gótica es más grande en el texto de Prudencio que en el comentario de Nebrija.
El libro se abre con una reseña a la derrota sufrida por los españoles en la batalla de Ravenna. A continuación hay una dedicatoria a Diego Ramírez de Villaescusa, obispo de Málaga, y posteriormente se centra en los pasajes, en el lenguaje que emplea Prudencio y en parte de la biografía del autor.
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Desde el IER no dudan en considerarlo un «libro magnífico, en el que se unen el mejor poeta cristiano de la Antigüedad, el gran humanista Antonio de Nebrija y el gran impresor Arnaldo Guillén de Brocar». Y dado que los ejemplares completos son muy escasos, este se convierte en «una gran pieza para cualquier biblioteca especializada como es la del IER».
Ejemplar del primer libro impreso en Alcalá de Henares por el estellés Miguel de Eguía. El principal interés de esta adquisición es que está considerada la última obra de Guillén de Brocar, quien murió durante el proceso de impresión teniendo que ser terminada por su yerno Miguel de Eguía, iniciándose así su actividad impresora al frente del taller de Alcalá de Henares. Eguía había sido aprendiz en el taller de Brocar desde 1512 y al casarse con María, la hija del editor, se convirtió en socio y familia.
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En este libro escrito por Michele Angriani destaca la encuadernación mudéjar, probablemente del taller del editor. La imprenta de Alcalá estuvo bajo la dirección de Eguía hasta 1537, año en que el hijo de Brocar llegó a la edad suficiente para hacerse cargo de ella, y así, a partir de 1538 cesó el pie de Eguía por el de Juan de Brocar.
El libro 'Guía del cielo' lo firma Pablo de León y fue impreso por Juan de Brocar en Alcalá de Henares en 1553. Se trata de la única obra conocida de este dominico de vida tumultuosa, que estuvo implicado en la Guerra de las Comunidades y que en 1501 era predicador y misionero apostólico en Calahorra.
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'La Guía del Cielo', única edición, escrita posiblemente en 1520 en el destierro en Jaca del autor y centrada en la doctrina de Santo Tomás, está dotada de una fuerte carga académica y pastoral.
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