Desde que salió del Palacio Real, no se sabe cuándo ni en qué circunstancias, fue una joya peregrina del mobiliario regio. Es una suntuosa cómoda de estilo rococó, maderas exóticas, seductoras curvas y rica decoración. Llevaba un siglo 'descontrolada' al otro lado del Atlántico, hasta ... que Patrimonio Nacional la recuperó pagando por ella más de 400.000 euros en una subasta en la sala Christie's de Nueva York. Primorosamente restaurada, se expone de nuevo en el Palacio Real de Madrid y será la primera pieza incorporada al aneja Galería de las Colecciones Reales, que espera abrir su puertas el próximo verano.
Publicidad
Es una de las cómodas del despacho secreto de Carlos III. Diseñados por el pintor y adornista Mattia Gasparini y fabricados por José Canops a finales del siglo XVIII, los muebles del rey alcalde fueron retirados de su ubicación original a su muerte en 1788, propiciando la paulatina separación del conjunto. Tras más de un siglo en manos privadas, emergió en la subasta donde Patrimonio Nacional la adquirió en 2019, completando uno de los conjuntos mobiliarios más exquisitos e importantes de las Colecciones Reales.
En 1759, cuando Carlos III llegó al Palacio Real, encargó la decoración de sus aposentos privados a Gasparini. El artista italiano diseñó un amplio conjunto de piezas de mobiliario en estilo rococó, entre las que destacan seis cómodas, un escritorio de tambor, un sillón y dos estanterías. El ebanista alemán José Canops ejecutó el proyecto con el broncista Antonio Vendetti. Dos de las cómodas están hoy en La Zarzuela y las vemos cada año en la retransmisión del discurso navideño de Felipe VI. Otra está en el palacio del El Pardo.
La cómoda, como todo el conjunto, está fabricada con las más nobles maderas denominadas entonces 'de Indias': ébano, palosanto, palo de rosa o limoncillo. Con cajones secretos, es un portento de diseño y marquetería, con incrustaciones en bronce y latón. Su ornamentación oriental tiene como protagonista a la flor de loto y la peonía, relacionadas en la realeza china con la nobleza, el honor, la fuerza imperial y la pureza. También hay carpas y urracas, símbolos de fortaleza y la felicidad.
Publicidad
El ebanista Miguel Ángel Ortega, restaurador de la cómoda en los talleres de palacio, la define como «la 'Gioconda' de la ebanistería». No tiene el mármol de la cubierta original y el reto fue «asentar los elementos decorativos», dice el maestro artesano que ha devuelto al mueble su esplendor empleando los materiales y técnicas del siglo XVIII.
«La alta calidad de los materiales ha mantenido la cómoda casi intacta hasta hoy», señala Mario Mateos, conservador de la colección de mobiliario de Patrimonio Nacional. Situada en América desde mediados del XIX, la cómoda «es un ejemplo del mejor trabajo de ebanistería, única en lo decorativo, lo constructivo y lo estético. Explica el gusto de la época, y restaurarla y exponerla es la mejor manera de reivindicar el lugar del mobiliario en la historia del arte español», concluye Mateos.
Publicidad
El estudio de la cómoda de Carlos III por parte de Mateos ha dado pie a la monografía 'Peonías, carpas, caoba y limoncillo', que reseña la historia del conjunto mobiliario diseñado por Gasparini. En la web de Patrimonio Nacional se ha creado el micrositio 'Una cómoda para Carlos III' que explica lo pormenores de extraordinaria pieza.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.