La sesión matinal de hoy viene bien para adentrarse y familiarizarse, si no se conoce, con el alucinante y chiflado universo del realizador francés Quentin Dupieux. Una voz narrativa en apogeo gracias a sus aportes que, envueltos en una estética y tramas de corte estrafalario, ... proyectan elucubraciones a modo de comedias descacharrantes y profetizando el absurdo como un renglón recto.
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Su cine y sus propuestas como 'Increíble pero cierto' (2022) y 'Mandíbulas' (2020), entre otras, se mueven en el registro de la sátira con rasgos fantásticos y su puesta en escena no deja a nadie indiferente. Su estilo no admite términos medios. Lo amas sin condiciones (y te ríes un montón) o lo detestas por sus memas extravagancias. Prueba de ello es 'Fumar provoca tos' (2022), una molona y estrafalaria historieta de superhéroes que para llegar a ella con bagaje es bueno conocer un poco el género Tokasatsu japonés (Power Ranger en occidente).
Original y desafiante, para disfrutar de la proyección nada mejor que entrar en el mundo del disparate y de las parodias de los programas de televisión de los años 80 y 90. Una caricatura aderezada por pintorescas reflexiones cósmicas de humor grueso.
Escenarios de ciencia ficción que rozan lo yeyè, acciones y subacciones repletas de sarcasmo, que basculan entre lo divertido y lo perplejo. Historias descabelladas manufacturadas con un estilo que cambia de forma y que Dupieux, rodeado de un cartel actoral impresionante, nos arrastra a un estado de psicodelia del fumeque que garantiza 80 minutos apabullantes.
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Una de las joyas cinematográficas de Actual 2023 es la pieza irlandesa 'The quiet girl' (2022), escrita y dirigida por Colm Bairéad. Premiada en varios festivales de cine es un título que al final de la temporada va a estar en la lista de muchos cinéfilos. Un relato breve, filmado con mucho tacto, acerca al espectador el despertar al cariño y la ternura de una niña de nueve años desamparada por una familia infeliz.
La acción transcurre en la campiña irlandesa en 1981 cuando una familia numerosa de agricultores deciden que una de sus hijas, la más introvertida, pase una temporada con un matrimonio que está solo. Un acuerdo bien avenido que significará la transformación de la pequeña Cait.
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Cait, encarnada con una sensibilidad y calidez pocas veces vista en una pantalla por la joven actriz Catherine Clinch es el eje central de este drama rural. La candidez y respuesta de la novel intérprete para mostrar sus sentimientos y emociones se convierte en un factor que no solo roba el corazón sino que es una de las grandes virtudes (descubrimiento) de la película.
La minimalista narración es un prodigio de observaciones y detalles. De gestos y miradas. Y de cómo crece el afecto de una muchacha por unos seres rotos por una tragedia anteponiéndolos a su entorno biológico. Pausada, bella, honesta y transparente, 'The quiet girl' es pureza y fascinación. Sus imágenes transmiten calma y construyen un vínculo humano tan tangible que deja enamorado al público. Obra maestra.
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