Cristina Martínez Lana | Voz y guitarra de El Columpio Asesino
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Cristina Martínez Lana | Voz y guitarra de El Columpio Asesino
«No hacer lo que hacen los demás siempre ha sido una seña de identidad de la banda»El Columpio Asesino ha tenido que hacer frente, en plena gira de despedida, a la muerte de su bajista, Daniel Ulecia. Convertida ya en una banda de culto, el grupo navarro encabeza la primera jornada del octavo festival Muwi en Bodegas Franco Españolas de Logroño, ... junto a Derby Motoreta's Burrito Kachimba y Xoel López, para despedirse del público riojano tras seis discos en siete años, el último 'Ataque celeste' (2000).
– Empecemos por lo más importante. ¿Cómo ha llevado el grupo la muerte de Daniel Ulecia?
– La muerte siempre es dolorosa y más cuando no es una persona demasiado mayor, con una enfermedad larga... Lo hemos llevado lo mejor que hemos podido, hemos estado con él en todo momento y nos hemos podido despedir bien de él. Estamos satisfechos por un lado porque él se ha ido en paz, con todo el amor que le hemos dado, y ya ha pasado todo esto, pero también estamos tristes porque esto nunca viene bien.
– Ya hacía unos meses que no tocaba en El Columpio Asesino pero ¿esto hizo tambalear la gira de despedida de la banda?
– Fue un mazazo. Después de la pandemia, como para todos los músicos, fueron tiempos difíciles y complicados, y justamente cuando empezamos a trabajar de nuevo apareció su enfermedad. Ha sido complicado, pero hemos tenido la fortuna de contar con músicos y colegas que nos han apoyado y, de alguna manera, han salvado este último periodo.
– Y la pregunta obligada, ¿por qué se separan?
– Es una decisión que tomamos hace mucho tiempo entre todos, antes de que ocurriera lo de Dani e incluso antes de la pandemia ya nos rondaba la idea. Todo tiene un principio y un final. Nos hemos dedicado en cuerpo y alma a la música y después de 'Ataque celeste' creímos que era un momento maravilloso en el que la banda estaba en una situación muy buena, pero enfrentarnos a otro trabajo discográfico se nos hacía cuesta arriba, así que decidimos que la mejor manera de resolver todo era dejando la banda en lo alto, con una gira bien estructurada, despidiéndonos de todo el mundo. Y estoy contenta de cómo están saliendo las cosas. Habremos tenido aciertos y errores pero, en general, estamos satisfechos.
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Diego Marín A.
– La gira está siendo tan productiva que van a tocar dos veces en Logroño en un año, esta noche en el Muwi tras hacerlo antes en el festival Actual. ¿Hay una cara be en eso? ¿Piensan que, ahora que se van, tienen más conciertos que en cualquier otra gira?
– Queríamos volver a las salas, que es nuestro ámbito, donde nos hemos hecho una banda, donde empezamos, y el formato, aunque está demodé, es lo que más nos gusta, el pequeño formato. Era importantísimo, imprescindible, al igual que recorrer toda España. Por otro lado, los festivales nos han hecho llenar el puchero con las alubias, nos han dado mucho trabajo, hemos tocado en millones, así que queríamos también este estilo multitudinario. Ha sido muy bonito que mucha gente nos haya conocido a través de los festivales. Así, hemos repetido ciudades y hasta países. La gente lo demanda, de la misma manera que otros nos dicen: «Jo, ¿pero no os vais ya?».
– Hay bandas que empiezan a versionar sus canciones. ¿Se sienten un grupo de culto?
– Ya cuando anunciamos que nos separábamos recibimos una buena respuesta de compañeros músicos, el mundo de la industria y el público. Hemos conocido a mucha gente y hemos tenido un sentimiento de reconocimiento por una carrera que considero coherente, anticomercial y rebuscada, en la que se ha exigido un máximo nivel compositivo y musical, en las letras, el concepto y el directo. Y ahora, claro, es muy bonito ver la influencia que hemos podido tener en otras bandas, lo vemos con mucho orgullo.
– Lo cierto es que, sea por el estilo o por la oscuridad, salvo Rural Zombies, no muchos grupos que recuerden claramente a El Columpio Asesino. ¿Se sienten una rara avis, realmente hacen algo muy diferente?
– No hacer lo que hacen los demás siempre ha sido una seña de identidad de la banda. Siempre hemos tenido una libertad brutal, a pesar de la presiones que hayamos podido tener por parte de discográficas o la crítica, hemos sido muy cabezones con lo nuestro y lo que no tenía calidad para ponerle el sello de El Columpio iba a la papelera. Y sí pienso que hay artistas que han cogido un pellizquito de El Columpio...
– ¿Como quiénes?
– Hasta te diría que C. Tangana, cuando salió tenía mucha oscuridad, ritmo, 'kraut'... Las influencias son para eso, para cogerlas y dejarlas. Sí veo reflejos, de la misma manera que en nosotros se ven los estilos de otras bandas. Todos nos retroalimentamos.
– El Columpio Asesino tiene dos señas de identidad, al menos de cara al público, que son su voz femenina y que cante el batería. ¿Lo cree así?
– Lo de los duetos es histórico, no me parece tan exótico sino algo menor. Y lo del cantante y batería... no hay muchos pero sí unos cuantos, desde Phil Collins. Sí que no hay una figura que maneje todo el cotarro porque hemos hecho una gracia de comunión entre todos.
– Para acabar, ahora que se despiden y cuando, por volver, vuelve hasta Oasis, ¿se arrepienten?
– No. Lo tenemos súper claro. Hay mucha gente que nos pide que no lo dejemos, otra que nos dice que el año que viene ya estamos sacando disco en directo para hacer otra gira... Puede pasar de todo pero lo inapelable es que en diciembre paramos y colgamos los instrumentos. Nunca se sabe pero esto está concluido. Dentro de unos años, si seguimos vivos, tenemos ganas y se da la oportunidad, pues igual, pero tendría que ser como una magia.
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