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El guionista y director de cine vasco Borja Cobeaga sabe lo que quiere y cómo construir una película destinada a la gran familia y teñida ... de humor con una pizca de socarronería. Sus claves principales son la sátira costumbrista de guante blanco, el puro divertimento y el sentimentalismo de manual. El autor de 'Pagafantas' (2005) subió al escenario del cine Albéniz de Málaga con un talante motivador a presentar su última película, 'Los aitas' (2024), una fábula bienintencionada salpimentada de situaciones de andar por casa barnizándolas de un humor entre intrascendente y algo cascarrabias. Una apuesta de sencilla mecánica, sin grandes líos y modestia artística sobre cuatro padres sin trabajo que deben acompañar a sus hijas a Berlín a un campeonato de gimnasia rítmica. Los hombres son víctimas de la reconversión industrial que sacudió a Euskadi en 1989. Atenazados por un futuro incierto finalizan su épica paterna en el contexto de la caída del muro berlinés. Una road movie para reflexionar, es un decir, sobre lo difícil de ser padre en momentos difíciles.
Más profundidad tiene la historia del realizador Aitor Urbieta, la curiosa 'La isla de los faisanes' (2024), un oscuro drama de tintes sociales sobre el tránsito de migrantes africanos que esperan su ocasión para cruzar la frontera de Irún y entrar en territorio francés. Una propuesta valiosa, de matices humanos, que recuerda el cine de Ken Loach, localizada en el condominio gestionado por España y Francia ubicado en medio del río Bidasoa. En ese entorno fronterizo desaparece un joven maliense y una infatigable cooperante se afana en encontrar el cadáver. Un guion atractivo, dispositivo estético chulo, y fotografía y localizaciones de matiz realista que le dan cobertura a su discurso.
Los destellos y fogonazos de verdad, de esos que salen de las entrañas, se perciben con grandeza en 'La furia' (2024), de Gemma Blasco. Apasionante drama pedregoso que te deja extenuado. Alejandra (Ángela Cervantes) es agredida sexualmente en una fiesta. La escena es brutal y el momento sucede con la pantalla en negro, pero el sonido es escalofriante. La víctima sobrelleva la afrenta con valentía y dolor. Mientras se rearma no sin sufrimiento trata de identificar al violador a la vez que su impacto emocional replicará en la obra de teatro que está preparando como actriz, la tragedia clásica griega 'Medea'. La película tiene rabia, posee coraje y su perturbadora temática tiene un tratamiento visual y expresivo fascinante. Seguro que estará en el palmarés.
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