CANTE JONDO

Seguramente muchos recordarán al prematuramente desaparecido cantante flamenco Camarón de la Isla por sus inimitables interpretaciones de alegrías, bulerías y rumbas tan espléndidas como 'Volando voy', 'El niño perdido', 'Soy gitano', 'La cigarra' o 'Al relente de la luna', entre muchas otras. Un innovador, tal y como lo retrata el documental 'Camarón: Flamenco y revolución', capaz de fusionar el flamenco de toda la vida con nuevos ritmos, sin parangón en la historia de esta misteriosa música de origen gitano e influencia oriental.

Juan Monge Cruz, llamado Camarón de la Isla (San Fernando, 1950-Badalona, 1992), surgió de forma arrolladora en los años 70, cantando de una forma tan original, sincera y desgarrada, hasta que una jeringuilla asesina se cruzó en su camino. Poseía una voz intensa y de una vocalización nítida, sazonada con ironía y mala leche. Nunca fue un invento promocional y sus actuaciones con Tomatito, Paco de Lucía y otros grandes artistas causaron sensación. El disco 'La Leyenda del tiempo' revolucionó el mundo del flamenco, porque introdujo innovaciones que rompieron con la sacrosanta tradición.

El rock y el jazz también tuvieron importancia en su desarrollo musical, como demuestra el realizador Alexis Morante, con el que pueden recuperar de alguna manera la vida creativa y luctuosa muerte del virtuoso cantante, capaz de impresionar a todo quisqui por la garra con que se lanzaba a las aventuras musicales más arriesgadas. Sea como sea, siempre quedaremos hechizados por la fuerza de un artista que rechazaba la autocomplacencia, para darnos un paseo por la recitación rabiosa y por el espanto feliz de ser quien era. «Volando voy, volando vengo, por el camino yo me entretengo. Enamorado de la vida, que a veces duele, si tengo frío busco candela. Señoras y señores, sepan ustedes que la flor de la noche pa quien la merece».