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J. Luis Álvarez
Martes, 7 de marzo 2017, 02:25
Afganistán, 3 de agosto de 2012. Un helicóptero del Ejército español se accidenta al rescatar a unos heridos cerca de Bala Mugrab. Durante 16 horas, los militares tienen que resistir en medio del desierto el ataque de los talibanes antes de poder ser evacuados. Adolfo ... Martínez debuta como director en la gran pantalla con 'Zona hostil', una historia protagonizada por Ariadna Gil y Roberto Álamo, película con la que el cine español entra de lleno en las guerras del siglo XXI, un campo hasta ahora abonado para las productoras estadounidenses.
El proyecto, con un presupuesto de cinco millones de euros, nace de su productor, Antonio Saura, que leyó en la revista 'Ejército' la peripecia de los militares españoles en el desierto afgano. «Lo más complicado de la película fue el rodaje, dado que desde el primer momento comienzó a contar el reloj del dinero y aquí no es como en una 'peli' americana, donde si hace falta invertir un poco más se invierte», detalla el director.
Para desarrollar la historia se contó con un guión del que Ariadna Gil se confiesa «totalmente enganchada». Encarna a la capitán médico Varela, en una trama que la sorprendió «porque aquí no se hace este tipo de cine bélico». En 'Zona hostil' la acción «empieza bastante pronto y se mantiene hasta el final», advierte la actriz, que explica que aunque es «una película muy coral, donde la relación de los personajes está bien dibujada, todo pasa a un segundo plano dado que se trata de que todos salgan adelante tras sobrevivir al accidente del helicóptero».
Todo el equipo de actores tuvo que someterse a un entrenamiento militar. «Los que hacían de legionarios estuvieron en la base de La Legión, en Almería, mientras que los demás fueron a Colmenar Viejo -base Coronel Maté de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército- y a la base de Torrejón», apunta la protagonista. Ella tuvo como asesores a un enfermero y a la comandante médico Montserrat Roldán, doctora a la que interpreta en la cinta, cuya vida personal «no tiene ninguna relación con lo que se ve en la película», según advierte la militar, «porque nunca he pensado en abandonar el Ejército».
«Perfectos» como actores
El equipo reconoce la valiosa ayuda del Ejército, «porque, aunque te prepares, se te escapa cómo colocarte bien el equipo, cómo reaccionar o mirar a otra persona de un rango distinto», explica Gil, a lo que el director añade que los militares como actores «son perfectos, porque están acostumbrados a una jerarquía, a una estructura y siempre saben lo que tienen que hacer».
Para recrear Afganistán se recurrió al desierto de Tabernas, en Almería. «Aquí no hubo efectos digitales o maquetas, los helicópteros eran de verdad y todas las maniobras fueron reales, de manera que los actores que estábamos allí reaccionábamos de verdad», destaca Ariadna Gil.
Por su parte, Roberto Álamo, que interpreta al comandante que acude al rescate del helicóptero siniestrado, asegura que el rodaje, «incluso siendo difícil, no fue nada comparado con lo que debió ser Afganistán». El flamante Goya y activista del 'No a la guerra' en 2003, reconoció que entró en el proyecto «con cierto recelo y se me han derribado muchos mitos».
Para Raúl Mérida, que da vida a un teniente de la legión, la experiencia ha sido «la más enriquecedora de las que he tenido». «Iba con muchísimos prejuicios sobre el Ejército y la gente que he conocido es maravillosa, gente amable, entregada, con vocación, de izquierdas, de derechas», destaca el actor.
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