Cine sin tapujos

Habría que remontarse hasta 1932 cuando el valiente director Tod Browning, que ya dirigió anteriormente la mítica Drácula, marcó un antes y después en la historia del cine y se arriesgo con lo que nadie antes se había atrevido. El americano dirigió La parada de los monstruos donde reunió a un grupo de personas repudiados por la cruel sociedad de la década de los 30. Browning dió protagonismo a personas con discapacidad y deformaciones físicas para retratar la realidad del mundo circense de la época. La cinta causó un escándalo sin precedentes y fue retirada hasta los años 60. Hoy, es considerada una película de culto.

Los actores con discapacidad física o intelectual aparecen con total normalidad en la gran pantalla. Incluso han querido reflejar sus limitaciones a través de personajes con alguna anomalía. Una de ellas es la actriz Marlee Martin, sorda desde los 18 meses de vida por una enfermedad infantil. La intérprete llevó a la gran pantalla su sordera con la película Hijo de un dios menor en la que se cuenta la historia de un profesor de edición en una escuela para sordos. Martin ganó en 1986 el Oscar y el Globo de Oro a la mejor actriz por este papel. La joven actriz Ariana Rivoire también sufre discapacidad auditiva y se metió en la piel de Marie Heurtin en una película que cuenta cómo la hermana Sainte-Marguerite ayudaba a la educación de las niñas sordo-mudas.

Por otra parte, Gabrielle Marion-Rivard adquirió popularidad tras protagonizar la película Gabriella, que se adentra en las relaciones sexuales de las personas con discapacidad. La actriz tiene el síndrome de Williams, una enfermedad hereditaria causada por una pérdida de material genético en el cromosoma 7. La actriz recibió el Premio a la Mejor Actriz en los Canadian Screen Award por esta interpretación.

Las personas de baja estatura también han tenido una gran importancia en la historia del cine. El actor Verne Troyer interpretó al famoso Mini Me de la película Austin Powers y apareció en Instinto. O el actor Peter Dinklage, que encarna a Tyrion Lannister , el hijo enano de lord Tywin Lannister en la serie Juego de Tronos. En nuestro país, el más conocido es Emilio Gavira por películas como El milagro de P. Tinto o La gran aventura de Mortadelo y Filemón.

Pablo Pineda, con síndrome de Down, consiguió la Concha de Plata al mejor actor con la película Yo, también, en la que interpretaba a un recién licenciado universitario. Aunque uno de los casos más llamativos es Gaten Matarazzo, de la serie 'Stranger Things'. El joven actor sufre displasia cleidocraneal, un trastorno que afecta al desarollo de los dientes y los huesos y puede provocar baja estatura, ausencia de clavículas o que los dientes de leche aparezcan más tarde. La ficción ha comenzado a recibir cartas agradeciendo que la serie lo trate con tanta naturalidad.