Anacleto, el penúltimo traspaso del tebeo al cine

La película muestra la relación entre este padre y agente secreto, Anacleto, y su hijo Adolfo (Quim Gutiérrez). Adolfo, un treintañero que trabaja de guardia de seguridad, está pasando una mala racha. Su novia de toda la vida le deja por ser un tipo sin ambición y, para colmo, se convierte en el objetivo de Vázquez, un peligroso criminal que acaba de escapar de la cárcel. "El mayor reto ha sido pasar a Anacleto del cómic a la pantalla, satisfacer a los fans del cómic y, a la vez, hacer una lectura para quien no conocía a Anacleto", explica Ruiz Caldera, que considera su proyecto como la aventura de "dos desconocidos que poco a poco van descubriendo sus secretos y aprenden a quererse".

"Esa es la gran reflexión que hace Anacleto y el gran legado que recibe su hijo", apunta Arias, que no se sintió raro haciendo de padre después de hacer ese papel durante quince años en 'Cuéntame'. En cambio, sí se mostro dudoso con el humor. "Sufría haciendo humor y, cuanto más sufría, mejor me salía", añade el veterano actor.

Precedentes

Anacleto es el penúltimo personaje del tebeo que prueba suerte en la gran pantalla, pero ni mucho menos es un conejillo de indias. Varios de sus compañeros de viñeta dieron el salto al celuloide antes que él, unos con más éxito que otros.

El intrigante mundo del espionaje ha dado a luz a insignes personajes como Jason Bourne o James Bond, el agente secreto más famoso del planeta. En España no los hay tan hábiles y sofisticados como el británico, pero sí más tiernos y desternillantes. Mortadelo y Filemón, los espías ideados por Francisco Ibáñez, no son claramente los más duchos desarticulando malvadas conspiraciones para destruir el mundo, pero su andadura en el cine sí ha sido todo un éxito. Hasta en tres ocasiones han aparecido en la gran pantalla los patosos agentes secretos del dibujante catalán, la última el año pasado en la cinta de animación dirigida por Javier Fesser.

En las dos entregas anteriores la productora prefirió que fueran actores de carne y hueso quienes dieran vida a los más desastrosos miembros de la TIA. Y la experiencia fue más que satisfactoria, en especial la primera, pues 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón' -así se titulaba el filme-, se ha mantenido como la quinta película española más taquillera, con una recaudación cercana a los 23 millones. Pero el cómic y el cine son más cosa de niños que de espías, y para demostrarlo ahí están Zipi y Zape, los escolares más traviesos de la historia del tebeo en España. Los gemelos creados por el historietista José Escobar saltaron al cine en 2013 de la mano del director bilbaíno Oskar Santos. Los actores Raúl Rivas y Daniel Cerezo interpretaron a los granujas Zipi y Zape y también con buen resultado: rondaron los cinco millones de euros de taquilla y consiguieron cuatro nominaciones a los premios Goya.

El Capitán Trueno es un veterano clásico del tebeo español. Nacido en los años cincuenta del magín del guionista Víctor Mora y del tablero del dibujante Miguel Ambrosio Zaragoza -más conocido como Ambrós- atrajo a seguidores de varias generaciones. Sin embargo su adaptación al séptimo arte en 2011 bajo el título 'El Capitán Trueno y el Santo Grial', protagonizada por Sergio Peris Mencheta y Natasha Yarovenko pasó sin pena ni gloria. Con una magra recaudación en taquilla, cosechó el desprecio de la crítica, que no vio la cinta con buenos ojos.

Anacleto no será el último personaje de cómic español en pasarse al celuloide. Pronto le seguirán otros. Superlópez, el héroe nacido en 1973 del lápiz de Juan López Fernández, alias 'Jan', protagonizará una película que dirigirá también Ruiz Caldera. Además, la productora de ambas cintas, Zeta Cinema, ha anunciado una segunda parte de Zipi y Zape y una adaptación de 'Las hermanas Gilda', esta última también inspirada en los genuinos personajes de Vázquez. Esta tendencia de reciclar para el cine a los personajes que sobre el papel cautivaron a los más pequeños no es exclusivamente española. Los galos Astérix y Obélix y el belga Tintín también pasaron del papel al cine. Por no hablar de las superproducciones hollywoodienses.