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Óscar Bellot
Lunes, 9 de marzo 2015, 18:08
Tan solo un Oscar adorna sus vitrinas -a la mejor edición de sonido, para Alan Robert Murray y Bub Asman-, pero 'El francotirador' ha vapuleado en taquilla a todas las que fueron sus adversarias en la lucha por los premios más codiciados de cuantos se ... conceden dentro de la industria cinematográfica. La cinta de Clint Eastwood se ha convertido en la película más taquillera de cuantas se estrenaron en Estados Unidos a lo largo de 2014, tras amasar un total de 337,2 millones de dólares. Supera así a 'Los Juegos del Hambre: Sinsajo - Parte 1', la tercera entrega cinematográfica de la saga creada por la novelista Suzanne Collins, que había logrado recaudar 336,9 millones de dólares en el país de las barras y las estrellas.
La victoria es aún más rotunda si nos atenemos a lo invertido en una y otra cinta, pues mientras el filme bélico protagonizado por Bradley Cooper contó con 58,8 millones de dólares de presupuesto, el largometraje cuyo reparto encabeza Jennifer Lawrence requirió de 125 millones. De este modo, mientras 'El francotirador' ha rendido unas ganancias casi seis veces superiores a lo investido en su realización, la película dirigida por Francis Lawrence revirtió menos de tres veces lo gastado. Claro que la distópica fantasía basada en los best-sellers de Collins aún va por delante del relato que Eastwood hace de las peripecias del ejecutor más letal de la historia de los Navy Seal si se tiene en cuenta las ganancias obtenidas en todo el mundo.
En cualquier caso, 'El francotirador' marca otro hito más en su arrolladora trayectoria desde que el pasado 25 de diciembre tuviera su puesta de largo en la cartelera estadounidense. Semas antes se había estrenado en un reducido grupo de salas con el único fin de que entrase en la carrera por los Oscar. Y no tardó en franquear la barrera del filme bélico más taquillero de la historia, que había establecido en 1998 'Salvar al soldado Ryan'. Apenas tres semanas le bastaron a la película de Eastwood para arrebatarle el preciado cetro al retrato que Steven Spielberg hizo del desembarco de Normandía.
Desde entonces, la película basada en las memorias de Chris Kyle, al que pone rostro en la pantalla un Bradley Cooper que logró con ella su tercera candidatura consecutiva al Osar, mantiene intacto su romance con el público. A ello ha contribuido la controversia generada entre quienes tachan al filme de excesivamente simplista con su glorificación de un hombre cuya leyenda se asienta sobre la muerte de decenas de combatientes enemigos. De ella participaron cineastas como Michael Moore o actores como Seth Rogen.
Pero en su éxito pesa también la propia popularidad lograda por el libro de Kyle, un superventas en las librerías estadounidenses, y la coincidencia de su llegada a la gran pantalla con el proceso llevado a cabo en Texas y saldado con la condena a cadena perpetua para el hombre que acabó con la vida de Kyle, Eddie Routh, un exmarine que descerrajó seis tiros sobre el cuerpo del soldado cuyas hazañas le valieron el apodo de 'la leyenda'. La defensa de Routh alegó demencia. Un argumento quue el jurado, conformado por diez mujeres y dos hombres del condado de Erath, en el corazón del estado de la estrella solitaria, deshechó, para algarabía de muchos de sus compatriotas.
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