ARCO cierra una edición «positiva y emocionante»

Sin facilitar ninguna cifra de ventas, la directora de ARCO habló un balance «positivo» y «un buen ritmo comercial». Destacó que el Museo Reina Sofía comprara 30 obras de 22 artistas, de las cuales 17 eran mujeres. El museo público sumó 150.000 euros a los 400.000 que cada año emplea el Ministerio de Cultura en comprar obras y este año ha superado el medio millón de inversión.

«Muchas eran obras de creadoras españolas y también latinoamericanas y eso es muy importante», dijo López. También destacó que la Fundación ARCO, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid o fundaciones privadas hubieran adquirido obras.

ARCO ha contado en su 43 edición con un total de 205 galerías de 36 países, 73 españolas y 132 extranjeras. «Las galerías están muy contentas por el movimiento registrado», reiteró López en su repaso a la feria. «Los primeros días, dedicados a los profesionales, fueron muy activos. Vimos cómo ese movimiento fue bien» dijo López resaltado la alta presencia de mujeres artistas, un 43%, la cifra más alta de su historia.

«Alcanzar la paridad es un desafío aún, pero tenemos la sensación de estar haciendo algo bien con las galerías. Es un orgullo alcanzar esa cifra. Creo que se nota, se respira y se percibe por la cantidad de 'stands' en los que ha habido proyectos de mujeres, que son sus artistas, o que hay ese diálogo muy bien articulado», aseguró.

En la feria hubo piezas de maestras de la vanguardia como María Blanchard, coetánea de Juan Gris, obras de Aurelia Muñoz -con obra en el MoMA-, o de jóvenes como Marria Pratts y Teresa Solar. También se pusieron a la venta trabajos de la desaparecidas fotógrafas Ouka Leele o Colita, de la videoartista Marina Muñoz y de veteranas artistas geométricas como Elena Asins o Elena Bosshard, cuyo desaparecido legado ha rescatado el galerista José de la Mano.

Sobre la vieja y resucitada reclamación de los galeristas para bajar el IVA del 21% en las compras de arte contemporáneo, dijo López que «sería una medida muy importante». «El mercado crecería, sin duda, y cambiaría muchísimo la percepción». «Los que nos dedicamos al arte sabemos que trabajamos con un bien cultural de primera necesidad. Y nos gustaría poder reforzar eso. Cada una de estas obras que alguien compra es un legado para el futuro y el crecimiento cultural. Y confío que eso vaya adelante», dijo.

López destacó la alta capacidad de convocatoria del certamen, con la presencia de unos 38.000 profesionales de todo el mundo en las primeras jornadas. «El sábado, que pudo venir todo tipo de público, hubo personas de otras partes de España y visitantes internacionales», afirmó. Destacó López que entre el público había «mucha gente joven», lo que le llena de «orgullo».