La UPL cierra su curso en la ribera del Ebro
Aulas al aire libre ·
Los alumnos de yoga, taichí, relajación, danza, clown... reciben las últimas clases en el entorno del colegio Navarrete el Mudo y la plaza de toros, en grupos de 14 más el profesorSecciones
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Aulas al aire libre ·
Los alumnos de yoga, taichí, relajación, danza, clown... reciben las últimas clases en el entorno del colegio Navarrete el Mudo y la plaza de toros, en grupos de 14 más el profesorLos alumnos de la Universidad Popular de Logroño han ido retomando sus clases en los últimos días, pero no ha sido en las aulas que dejaron antes del coronavirus. En la recta final del curso han sustituido las cuatro paredes por un gran espacio al aire libre, entre chopos, sauces y fresnos... Quien se pase estos días por las explanadas verdes del entorno de la plaza de toros y el colegio Navarrete el Mudo los distinguirán por sus siluetas deportivas, su espíritu contagioso y por el amplio abanico de edades. Son alumnos de yoga, taichí, de danza, meditación, clown...
En su caso, el regreso a las aulas siguiendo los protocolos de seguridad se ha producido en el parque del Ebro. Había dudas, pero la idea de reencontrarse en este escenario ha enganchado a prácticamente todos los alumnos matriculados, lo que ha obligado a doblar clases en casi todas las especialidades, siempre respetando el aforo máximo permitido. La primera semana se juntaron nueve más el profesor, la siguiente 14... Y, con la esperada fase 3, se espera que puedan reengancharse los alumnos que han quedado fuera.
En un entorno natural que invita a la relajación y sin salir de la ciudad, los alumnos acuden cada día desde la primera semana de desconfinamiento con sus mascarillas, su esterilla y la idea clara de que no pueden tocarse. Con el coronavirus, la UPL ha desplazado sus clases al aire libre y lo ha hecho, como insiste su directora, Amparo Castrillo, siguiendo los protocolos de seguridad.
Amparo Castrillo
En principio no estaba claro si la propuesta iba a enganchar por la situación de excepcionalidad, pero lo cierto es que ha resultado todo un éxito. «Las primeras semanas hubo más miedo, pero luego se ha visto que no es tan complicado cumplir los protocolos, estamos respetando las franjas horarias según las edades de los alumnos», señala la responsable de la UPL, que se refiere a otra de las actividades al aire libre como prueba del éxito de la iniciativa llevada fuera de las aulas. «La actividad Paseos en Familia, que este fin de semana ha tenido como destino Alberite, generalmente los realizamos los sábados por la mañana; pues bien, este fin de semana lo tuvimos que ampliar al domingo», explica.
Castrillo se muestra reconfortada por la buena acogida de esta iniciativa, tanto que el año que viene se plantean prorrogar la actividad presencial al aire libre. De forma eventual ya se venía realizando, pero ahora no descartan extenderla más allá de junio al revelarse como una eficaz manera de prevenirse contra el coronavirus. «Reconozco que al principio me asustaba plantear el curso para el año que viene, pensando en las mascarillas, las distancias..., pero me he dado cuenta de que muchas veces nos preocupamos demasiado y no nos damos cuenta de nuestra capacidad de adaptación como está ocurriendo».
Junto a la relajación, el deporte y la formación, estos días ha aflorado entre los alumnos otro aspecto que Amparo Castrillo valora de igual manera: el compañerismo. «El primer día de reencuentro en el parque fue increíble, se nos caían las lágrimas a todo el grupo. Ha sido un reencuentro muy bonito. Nos miramos a los ojos por encima de las mascarillas y sin poder tocarnos y nos dijimos qué bien estamos juntos otra vez». Pensaron que no iba a poder ser, pero al final ocurrió: las clases volvieron a estar en activo. «Me ha levantado mucho el ánimo, me ha hecho creer en lo que vamos a ser capaces de poner en marcha el próximo curso».
Y el parque del Ebro recobrará protagonismo. «Llevamos tiempo utilizando el parque del Ebro como un espacio social, educativo y pedagógico, pero ahora, claro, lo vamos a utilizar con más motivo. Es uno de los grandes aciertos de la ciudad», remarca Castrillo. Aunque pocos, también se ha empezado a asistir presencialmente a las aulas en grupos muy reducidos para determinados cursos. «Alguno como costura y enseguida vamos a empezar con las clases de yoga para embarazadas y también estamos preparando algo de relajación, siempre con un máximo de 15 personas más la profesora», enumera la directora de la UPL, junto a las numerosas exposiciones que estos días se han empezado a inaugurar virtualmente con los trabajos de fin de curso, la mayoría realizados durante el confinamiento. «Invito a verlas, hay de todo: fotografía almazuelas, cestería, bisutería...», resume.
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Sergio Martínez | Logroño
Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
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