El 'Chirri', a través de la cuarta dimensión

Mirar hacia otro lado, mirarse el ombligo, mirar el dedo que señala la luna... José Antonio Martínez Porras 'Chirri', artista riojano residente en Madrid expone en Logroño 'Ojos que no ven...', una selección de varias décadas de trayectoria artística (pintura en su mayoría y alguna escultura), en la que la obra obliga al espectador a trabajar el punto de vista y no quedarse quieto, literalmente. Una propuesta visual que lo es también conceptual.

La muestra que recoge La Lonja (hasta el 2 de diciembre) contiene piezas de diversas series que marcan la trayectoria de este singular creador: desde los iniciales provocativos 'Anticlericales y surrealistas' hasta las 'Pinturas planas con vaciados engañosos', pasando por las 'Perspectivas inversas' y, dentro de ellas, los 'Interiores' o cuadros del medievo (copiados en 3D), donde se homenajea a autores como Fray Angélico y se altera conscientemente el significado del cuadro.

Nacido en Alberite en 1959, Martínez Porras fue discípulo del artista local Emilio García Moreda y de Demetrio Navaridas, quienes hicieron hincapié en «la libertad de estilo». Pronto se decantó por los espacios imposibles, los engaños ópticos y el surrealismo. Un «desquiciamiento del espacio» al que llama «cuarta dimensión», ya que incorpora 'la variable tiempo de contemplación'. Por esa razón sus obras han de verse caminando. Por esa razón el espectador no puede permanecer pasivo.

En sus cuadros a veces aparecen 'teleplastias', «el modo de pescar en el lago difuso de la memoria». Y, en todo caso, al autor sigue manteniendo esa libertad que aprendió en sus comienzos sin importarle modas ni corrientes. «Reivindico la necesidad de contar algo –afirma Chirri–. Posiblemente ese algo no se entienda, no importa. Yo no he venido a resolver misterios, sino a plantearlos».