Cazadores nocturnos de imágenes

Esta primera muestra de fotografía nocturna y larga exposición cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Logroño y Photopilis. Sus promotores sortearán tres licencias de la aplicación de esta última firma durante la charla informativa que ofrecerán sobre la realización de este tipo de fotografías mañana, sábado, a las 19 horas en la misma exposición, los principales promotores de la misma, Diego Minova y Juan Manuel Ceballos Muro. También les acompañarán Eduardo Garrobo y Alberto Marín, que explicarán alguna de sus fotografías.

La exposición reúne en total 25 imágenes de once aficionados de Fotoadictos La Rioja. Entre otras procedencias las hay de Pirineos, Bárdenas Reales, Ocón, las Tres Cruces del mirador de Urkiola y otros lugares. A estas se suman otras cinco de Logroño, que fueron realizadas desde el edificio Capitol. La persona que les abrió la puerta de su casa, Chema López, ha fallecido y, en su memoria, han querido incluir las imágenes que hicieron desde ella.

Las obras que pueden verse en la exposición, y sus autores, son las siguientes: Eduardo Garrobo, 'Desenterrando Sad Hill', 'Mirador de las Tres Cruces' y 'Noche en el molino'; Diego Minova, 'La guitarra de Logroño', 'Pim pam fuera' y 'Horizon'; Javier Gómez, 'Ermita San Juan de Aras' y 'Noche en Baigorri'; Alberto M. Marín, 'Gran Vía', 'Ibón de Piedrafita' y 'Luna'; Luis Falces de Andrés, 'Two lights'; Juan Manuel Ceballos, 'Domador de nebulosas', 'La luz de Eraul' y 'Lavandas'; Jonathan Sobrino, 'Molino esférico', 'Eraul milenario' y 'Amistades estelares'; Alfredo Ubis, 'Aras' y 'Dolmen en llamas'; Juan José Moya, 'Gran vía en vertical' y 'Buena expo'; Carlos Sáez, 'Gran vía' y 'Dolmen Lightpainting'; Helena López, 'Gran vía'.

Lo de adictos puede parecer exagerado, pero, si no lo son, lo parecen mucho. Aunque en el grupo abarcan también las diurnas, por cuestiones de trabajo y también por mero placer se han aficionado más a las nocturnas y no es nada extraño que en una misma noche recorran cientos de kilómetros solo para hacer fotografías. «Lo mismo nos da marcharnos a La Demanda que irnos a Pirineos, ver amanecer y volver. También nos fuimos una noche de verano a Brihuega (Guadalajara), hicimos algunas fotos a la Vía Lactea y a las cuatro de la madrugada regresamos. Nunca hemos hecho noche en un sitio, siempre es ir y volver», cuenta Eduardo Garrobo.

Ya tienen planificadas todas las 'vías lacteas del año', con un calendario de las salidas para que los integrantes del grupo puedan organizarse con la antelación suficiente. Entre otras van a alquilar una noche en el recinto del viejo Belchite, el pueblo aragonés abandonado tras la Guerra Civil, totalmente en ruinas.