Carlos Pérez Siquier, la crítica y seductora fuerza de la autenticidad

Madrid. No hay ni un miligramo de pose o artificio en las imágenes de Carlos Pérez Siquier (Almería, 1930-2021), modernizador de la fotografía en nuestro país y premio Nacional de Fotografía 2003. Sus crudas instantáneas documentales del miserable barrio de La Chanca en Almería, tomadas desde finales de los años 50 a principios de los 70 del siglo pasado, y sus posteriores experimentaciones expresionistas con el color están en las antípodas temáticas y conceptuales. Pero tienen como denominador común la verdad, la sencillez y la autenticidad que sedujeron y seducen hoy al espectador.

La Fundación Mapfre propone ahora un viaje por la extensa y muy viva obra de Pérez Siquier a través de las casi 200 imágenes realizadas entre 1997 y 2018 y que exhibe en sus salas de Madrid hasta el 28 de agosto. Es una brillante retrospectiva que revisa siete décadas de actividad de uno de los fotógrafos más relevantes e influyentes de la España contemporánea, cofundador del grupo AFAL y paradigma de la independencia y la honestidad.

Carlos Gollonet y Carlos Martín son los comisarios de la muestra que forma parte de la sección oficial de PHotoEspaña 2022, festival que celebra sus 25 años de existencia. Es un exhaustivo recorrido por la obra del fotógrafo almeriense, desde sus primeras series neorrealistas caracterizadas por su ácida crítica social, hasta las imágenes de una España colorista y en plena modernización en la que la critica se hace más sutil. Hay un puñado de imágenes inéditas y archivos documentales que acercan al público a un artista que trajo sin alharacas la modernidad a la fotografía española.

Jamás renunció Pérez Siquier a su condición de artista periférico y ahí asentó su universalidad. Vivió y trabajó toda su vida en su Almería natal, pero conectado con coetáneos como Joan Colom, Xavier Miserachs o Ricard Terré y muchos otros. No en vano, dedicó su Premio Nacional a su ciudad, recordando cómo desde los años 50 se puso a la vanguardia de la fotografía española «ganando un protagonismo que aún se mantiene».

Fallecido hace un año, el propio Pérez Siquier supervisó esta muestra que presentó en Barcelona antes del inicio de la pandemia y que se debió clausurar semanas después de su inauguración. En sus siete series dispuestas cronológicamente –La Chanca y la Chanca en Color (1957-1965); Informalismos (1965); La playa (1972-1980); Trampas para incautos (1980-2001); Encuentros (1991-2002) y La Briseña (2015-2017)– el espectador viaja de la periferia social a los cambios visuales surgidos del desarrollismo franquista por el choque cultural ante la llegada masiva del turismo a una España retratado con una estética que podría considerarse 'kitsch', con series que se anticipan al británico Martin Parr.

Formado en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, Pérez Siquier inició su actividad como fotógrafo en los años 50 con la constitución de la Agrupación Fotográfica Almeriense (AFAL). Colaboró en la creación de la revista homónima, todo un hito en la historia de la fotografía, que situaba a Almería como motor y centro del arte fotográfico en España.

Durante más de tres décadas compaginó la foto con su empleo en un banco, lo que no le impidió convertirse en uno de los principales valedores de la joven fotografía española junto a colegas como Gabriel Cualladó, Ramón Massats, Oriol Maspons o Alberto Schommer.

Fue crucial su trabajo como seleccionador de imágenes para los anuarios 'Everfoto' que en los años 70 aglutinaron el esfuerzo creativo de la generación AFAL y mostraron los trabajos de los jóvenes talentos de la revista 'Nueva Lente', haciendo un hueco a la nueva generación de fotógrafos españoles en los foros internacionales.