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Vuelven las celebraciones en torno al 8 de Marzo: las manifestaciones, las actividades, la elección de cuentos y libros en los centros para ensalzar o para descubrir la labor de muchas mujeres olvidadas, relegadas, negadas o, simplemente, desconocidas. En esta labor encontramos estudios sobre mercados ... laborales, sobre maltrato y feminicidios o sobre situaciones sociales. Igualmente existen concienzudas tesis doctorales, obras de relevantes autoras del panorama literario recopilando nombres y trayectorias femeninas poco o nada conocidas, antologías poéticas y cuentos infantiles. Es, lógicamente, una satisfacción para mí como lectora y escritora contemplar cómo crece la literatura femenina: las obras que nos descubren a mujeres en todas las facetas artísticas, sociales, científicas, y las que tratan de inculcar en los niños el discurso, el sentir y las actitudes de igualdad de género. En este sentido, de entre los muchísimos cuentos infantiles rescato uno divertido, sencillo y aparentemente sólo anecdótico, «Daniela, Pirata». Un delicioso relato, que en casa nos encanta, con el que «trabajar» juntos los prejuicios existentes en torno a los roles a desempeñar por las mujeres. ¡Claro! una historia no es una panacea, es sólo una gota en el océano del trabajo por la igualdad que tenemos que desarrollar dentro de la familia, sin relegar nuestra obligación al profesorado, o a los programas diseñados para ese fin.

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larioja ¡Hay que cambiarlo todo!