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El sábado por la noche nevó en Logroño, pero dentro del Palacio de los Deportes la temperatura no podía ser más alta. Y los encargados de subir los grados fueron Freedonia y Vintage Trouble. Era sábado y tocaba bailar.
A punto estuvieron Freedonia ... de no llegar a la capital riojana, según contaron en el vídeo Facebook en el que se les ve avanzando detrás de la quitanieves. Así que Maika Sitte, consciente de que ese día no era fácil congregar a mucha gente, estaba encantadísima de ver la pista llena. Algo menos de público que en días anteriores, pero suficiente . Eso sí, tres noches, tres públicos.
Freedonia es todo potencia, musical y vocalmente. Su directo, desde el principio hasta el final, es rico en instrumentación y estilo y le dan tanto al soul y al blues como al funk y al jazz. Con 'Shake your body', su as en la manga, el palacio se liberó de abrigos y tensiones y se dejo llevar, como se dejan llevar las caderas de la cantante del grupo madrileño, que se despidió dando las gracias al público «por compartir la energía». Y es que menuda noche de energía.
Porque si lo de Freedonia y Maika Sitte parecía potencia, lo de Vintage Trouble y Ty Tylor es de otro planeta. El grupo de Los Ángeles llegaba a la ciudad precedido de su buena fama por sus arrolladores directos. Y no decepcionó. Si les digo que terminó subiendo a la grada, y haciendo crowdsurfing desde la zona de la mesa de control, se pueden hacer una idea. Menudo frontman. Eso sí que es exprimir el escenario (y la pista, y la grada). Pero mucho salto, pirueta, grito y me tiro al suelo y hago corear no tienen mucho sentido si detrás no hay calidad. Y la hay. Y mucha. Por algo se han ganado puestos teloneando a gigantes como AC/DC, The Rolling Stones o The Who. Que para eso no vale cualquiera. Blues, soul y rock & roll a borbotones y por las venas.
Con 'Another man words' llegó un instante de calma con el que Tylor siguió mostrando su privilegiada voz. Pero la calma duró lo que duró. ¡Y otra vez a mover los pies! El cantante hablaba constantemente con el público (parece que no vamos tan mal de inglés) y le hacía partícipe de las canciones y de lo que significan. Hubieran podido terminar con toda la intensidad de 'Run Like a River', cuando saltó a los brazos del público, pero lo hicieron con 'Not Alright By Me', un tema más lento con el que bajaron a la pista. Y mientras cantaba, tocaban y saludaban salieron de allí como uno más. Y allí nos dejaron. Alucinando y con las manos calientes de tanto aplaudir.
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