Secciones
Servicios
Destacamos
¿Puede la música cambiar el mundo? El guitarrista riojanoPablo Sáinz Villegas es de los que creen firmemente que sí. Y trabaja para ello. Esta semana, mientras Donald Trump, como quien elige el papel pintado de las paredes, viajaba a San Diego ... para ver un muestrario de muros fronterizos, Pablo probaba sonido para su concierto de hoy en Logroño. Después de tocar en Haro y Calahorra, este de Riojafórum (a las 20.30 h.) es el tercero y último de la minigira riojana cuya recaudación está destinada al Legado de la Música Sin Fronteras (LMSF), la fundación que él mismo promueve para la integración a través de la música de jóvenes en riesgo de exclusión social de zonas fronterizas. Por ejemplo, poniendo en contacto una orquesta juvenil de Tijuana (México) con otra de San Diego (Estados Unidos). «No sé hasta dónde llegarán esos muros -reflexiona- pero nunca serán tan altos como para detener la música».
Después de tocar recientemente en Viena, en el Teatro Real de Madrid, en los eventos Grammy en Nueva York y con el tenor Plácido Domingo ante más de 45 mil espectadores en el Estadio Nacional de Chile, Sáinz Villegas ha regresado a su tierra natal con tres recitales más sencillos, pero, para él, igual de importantes: «Quería llevar la música a más sitios de La Rioja y ha sido la primera vez que tocaba en Haro y Calahorra. Y me siento muy feliz de la experiencia porque me ha permitido llevar a la práctica mi planteamiento, que la música le pertenece a la gente. Yo como músico soy un siervo de la gente, como un Robin Hood de la guitarra, y voy a ir allí donde quieran escucharme. Todo lo que hago es invitarles a que participen de esa realidad mágica que es la música. El arte y la música les pertenece a la gente, pero no todos lo saben».
Pablo Sáinz Vilegas (guitarra)
Riojafórum 20,30 horas
A beneficio del LMSF entradas a 10, 15 y 20 euros
El concierto de hoy, como los anteriores, se basa en piezas de sus dos últimos discos: de 'Americano', un viaje musical de la mano de compositores de aquel continente, y del que ha grabado recientemente con Plácido Domingo. «Ahora preparo un disco de música española. Estoy en una transición viajando de las Américas a España. Explorando este maravilloso repertorio que es el que ha dado una identidad a la guitarra española, el que hicieron grande Andrés Segovia o Narciso Yepes».
Repartiendo música
Independientemente del gusto de cada cual, la música, según la entiende Pablo, es música para todos. Es la música de todos: «La música clásica -comenta- todavía conserva una etiqueta de cierta exclusividad, de sofisticación y de intelectualidad, pero la música, ante todo y del tipo que sea, es democrática. Es emoción. Y todos somos capaces de sentir. Es un lenguaje universal. Y la música clásica, cada cual a su nivel, la puede disfrutar todo el mundo. Y yo siempre hablo de música y evito las etiquetas. La música, toda la música, es el lenguaje de las emociones».
La música, para Sáinz Villegas, siendo lo más hermoso, «es solo la expresión de la condición humana». Y la guitarra, en sus manos, su vehículo más extendido. «La guitarra es el instrumento que más cercano está de su fuente de folclore. Es el instrumento más popular y eso le confiere un valor precioso. La personalidad de otros instrumentos está muy marcada por su repertorio, pero la guitarra, incluso la guitarra clásica, se ha nutrido de la música popular de todas partes y luego se ha desarrollado en diferentes estilos manteniendo la esencia de las seis cuerdas».
«La guitarra -continúa- representa el símbolo de lo que es este mundo: diferentes culturas, diferentes colores, diferentes idiomas, diferentes maneras de expresarse, pero manteniendo, como las seis cuerdas, la misma afinación y la misma forma. La guitarra es un símbolo del ser humano: diferentes expresiones de una misma condición humana, que es lo que nos une a todos».
La guitarra además es uno de los pocos instrumentos totalmente vinculado a una cultura y un país, que es España, y, al mismo tiempo, cuando llega a las Américas en el siglo XVI, se convierte en instrumento para transmitir las diferentes identidades musicales de cada región y cada cultura. «Eso le confiere un valor muy bonito y una versatilidad que se adapta a todo, desde las tunas hasta el Concierto de Aranjuez, hasta Paco de Lucía e incluso hasta Jimi Hendrix en la guitarra eléctrica. Y ese amplio espectro me apetece explorarlo».
Precisamente, el guitarrista riojano ha visitado recientemente Andalucía para conocer mejor el instrumento y el entorno en el que nació. «La guitarra flamenca es una música de otra expresión dramática, pero va al mismo sitio, a emocionar. Me encantó ver cómo la gente de Córdoba o Jerez de la Frontera vive la guitarra. Lo que busco es aprender el máximo de todas las experiencias que tengo, meterlas en la mochila y seguir caminando».
Así, siempre aprendiendo desde la humildad y siempre enseñando desde su maestría, Pablo Sáinz Villegas sigue creciendo en prestigio internacional como el sucesor de los grandes guitarristas españoles. «Siento que estoy entrando en una etapa de madurez artística preciosa -afirma-. Tengo muy definido lo que quiero, hacia dónde voy, mi mensaje y mi propósito como músico».
Quizás cambiar el mundo con la música ¿Y por qué no? ¿Realmente alguien imagina un mundo sin música? «Yo me siento afortunado de inspirar a los demás. Que la gente sienta reflejada en la guitarra y en la música la mejor versión de sí mismos. Así es como creo que podemos cambiar el mundo. Yo soy idealista».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Cinco trucos para ahorrar en el supermercado
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.