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Es el año 2163. La nave Ikarie XB 1 es enviada a un misterioso 'planeta blanco' que orbita alrededor de la estrella Alfa Centauri. Durante el viaje la tripulación deberá adaptarse a la vida en el espacio y hacer frente a diversos peligros: una nave ... espacial del siglo XX abandonada que porta armas nucleares, una estrella oscura que emite una radiación mortal y un compañero desequilibrado que amenaza con destruir la nave. Casi a la velocidad de la luz, el viaje dura veintiocho meses para los astronautas, aunque, debido a los efectos de la relatividad, en la Tierra habrán transcurrido quince años cuando lleguen a su destino.
La película checa 'Ikarie XB 1' (1963), del realizador Jindrich Polák, es una rareza del cine de ciencia-ficción con un valor añadido: en ella se inspiró Stanley Kubrick al realizar cuatro años después '2001: Una odisea en el espacio'. Incluso influyó a Ridley Scott una década más tarde para dar a 'Alien' esa ambientación claustrofóbica, el gran protagonismo del espacio interior de la nave, la ruinosidad espacial y algunos invitados no deseados.
En su día, después de que Yuri Gagarin se convirtiera en el primer hombre en viajar al espacio, fue una producción propagandística del bloque soviético en plena Guerra Fría. Basada en una novela de Stanislaw Lem, autor de 'La nube de Magallanes' y uno de los pocos autores de ciencia-ficción tolerados en el Este, a la película no le faltan elementos claramente ideológicos: el futuro es descrito como una sociedad socialista ideal, sin capitalistas, sin propiedad privada, el jefe de la tripulación es un ruso y los malvados, unos americanos ricos y corruptos... El rojo Ikarie, por supuesto, nunca llegaría a la España de la censura.
Solo al cabo de medio siglo, en la estela del cincuentenario de '2001', la película checa fue estrenada el año pasado simultáneamente en los cines Renoir de Madrid y Barcelona. Y ahora llega también a Logroño. Es una de las diez que componen la programación cinematográfica del Bretón para las próximas dos semanas.
Del 21 de agosto al 2 de septiembre el teatro municipal logroñés ofrece su ya habitual ciclo de verano en versión original con estrenos internacionales participantes en grandes festivales y, en esta ocasión, además, dos joyas rescatadas de la filmoteca de culto: una, la mencionada 'Ikarie' y otra, 'Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine', una película de 1986 no muy conocida del cineasta francés Jean-Luc Godard.
El criterio es el de siempre en el Bretón de cine: películas de calidad e interés, al margen de los grandes circuitos de exhibición comercial y con una rica y variada temática, así como con el reconocimiento de los diferentes festivales en los que han participado. Y siempre en versión original con subtítulos en español.
El ciclo comienza este martes 21 (a las 20.30 h.) con 'Invitación de boda (Wajib)', una coproducción franco-palestina dirigida por la cineasta y poeta palestina Annemarie Jacir con diversos premios en los festivales de Locarno, Dubai y Mar del Plata. El argumento: Abu Shadi es un padre divorciado y profesor de unos sesenta años que vive en Nazaret. Cuando su hija se case, dentro de un mes, vivirá solo. Shadi, su hijo, es arquitecto y vuelve de Roma tras llevar muchos años fuera para ayudar a su padre a entregar en mano todas las invitaciones, como establece la tradición palestina. Que pasen el día juntos en el coche hará brotar las tensiones existentes en su relación y supondrá un gran reto para sus frágiles y diferentes vidas.
A continuación (miércoles 22), 'Amante por un día' (Francia, 2017), una película de Philippe Garrel, uno de los directores esenciales del cine francés contemporáneo, con su hija Esther como protagonista. Después de una ruptura sentimental, una chica de 23 años regresa a casa de su padre y descubre que este tiene una relación con una joven de su misma edad. Filmada en un exquisito blanco y negro, ilustra la exploración poética de Garrel por las relaciones, el amor, la fidelidad y el deseo.
La tercera (jueves 23) es '1945' (Hungría, 2017), de Ferenc Töröc, un drama independiente y social, polémico y provocador que trata sobre un sentimiento antisemita que no desapareció con el holocausto: cómo paga su deuda moral un pequeño pueblo húngaro cuyos habitantes se apoderaron de las propiedades de sus vecinos judíos deportados.
Después le llegará el turno a 'Ikarie XB 1' (viernes 24) y la primera semana concluirá (domingo 26) con 'El joven Karl Marx' (Alemania-Bélgica-Francia, 2017), una película en la que el cineasta y activista político de origen haitiano Raoul Peck ( 'Lumumba' y 'No soy tu negro') cuenta la juventud del padre del Manifiesto Comunista a partir de París 1844, cuando conoce a Friedrich Engels, la pieza que le falta para completar su nueva visión del mundo y la sociedad. Ocasión para reflexionar sobre la vigencia de su pensamiento.
La segunda semana de cine bretón comenzará (lunes 27) con un nuevo título francés, 'Bienvenida a Montparnasse' (Francia, 2017), ópera prima de la directora Léonor Serraille, muy premiada desde Cannes a Valladolid. Una historia de una joven decidida enfrentada al caos de vivir que inspira reivindicación de mujer.
'Lou Andreas-Salomé' (Alemania, 2016), de la cineasta Cordula Kablitz-Post (martes 28) es un biopic de la escritora, filósofa y psicoanalista rusa, una de las mujeres más cultas y prolíficas de la Europa de principios del siglo XX, por la que estaban fascinados gente como Nietzsche, Rilke o Freud, con una profunda reflexión sobre sí misma, la condición de la mujer y el ser humano en general.
La única no europea (jueves 30), 'A day' (Corea del Sur, 2017), de Cho Sun-Ho, una versión perversa del día de la marmota, antecede (viernes 31) a 'Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine' (Francia, 1986), un ensayo para televisión que condensa el cine del magistral Godard. Y, para terminar (domingo 2), '9 dedos' (Francia-Portugal, 2017), de François-Jacques Ossang, un extraño thriller negro con muchos ecos cinematográficos. Con septiembre empezará también la programación regular, con 14 espectáculos de teatro, música y magia. Pero por estas dos semanas el Bretón es cine de verano.
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