'La Bohème', en cuatro momentos

– «Che gelida manina». El encuentro de Mimí y un pillo Rodolfo, dos arias y un dúo de presentación y suave seducción no exentas de brillantez vocal, incluyendo un exigente 'do' alto para el tenor. Un momento famoso para cerrar el primer acto.

– «Quando m'en vo». Musetta, la coqueta (aunque no tanto, en el fondo) pretendiente de Marcello, aparece en escena con un vals lento que la mano de Puccini va haciendo crecer mientras añade personajes. El número acaba con prácticamente todo el elenco inmerso en uno de los conjuntos más emocionantes de toda la historia de la ópera. Un prodigio vocal magistralmente subrayado por la instrumentación.

– «Marcelo, finalmente». Es el tercer acto. Un desesperado Rodolfo, que ve a Mimì cada vez más enferma, finge celos para expulsarla de su lado y que, con un hombre rico a su lado, pueda vivir mejor. Ella lo oye, y juntos cantan la pena de un amor que debe morir... aunque todavía no. Y mientras, por detrás, Puccini hace que los tumultuosos Marcello y Musetta discutan en contrapunto.

– «O Mimì, tu più non torni». Rodolfo y Marcello, tenor y barítono, cantan juntos pero no se cantan el uno al otro. Cada uno en su mundo, lloran el mismo dolor (haber perdido sin esperanza a la amada) que, sin embargo, intentan esconder. Puccini los entrelaza con otra de esas maravillosas melodías sostenidas de las que sólo él parece capaz.