Bogotá aborda el futuro del español

Sangróniz apuntó que el proyecto de Futuro en Español “vislumbra para el español unas áreas mucho más ambiciosas, cuantitativa y cualitativamente, de lo que es la proyección actual de nuestro idioma y que pasa por examinar qué puede suponer el español como activo económico, comercial en su implantación global. En la manera de acercarnos y hacer negocios”. En ese sentido apeló a superar la concepción tradicional de la lengua como expresión lingüística para hacer hincapié en su factor comunicativo, el que “nos une como una comunidad de hermanos a todos los países de la comunidad iberoamericana”. Tras recordar las jornadas celebradas el año pasado en Medellín, confió en que el encuentro tenga continuidad.

Benjamín Lana prefirió dejar a un margen las grandes cifras de Futuro en Español, para presentar su esencia a base de pequeñas anécdotas como “las historias de Pambelé contadas por Alberto Salcedo Ramos en una bodega de La Rioja que tiene más años que la Repúlbica de Colombia; o cómo se entiende el drama histórico de este país cuando Jorge Gardona lo explica con su cuadernito de notas; o la expresión que Héctor Abad Faciolince muestra cuando el bibliotecario de San Millán le pone en sus manos un incunable de más de 650 años”.

“El valor real de este proyecto que estamos haciendo grande entre todos reside en estas cosas que les cuento y que las está viviendo mucha gente en España y también las van a vivir en América Latina. Estamos descubriendo que lo que tenemos en común tiene mucho más valor de lo que las últimas generaciones percibían”, apuntó. “La jornada de este año es un aperitivo de lo que vamos a vivir en ediciones posteriores de Futuro en Español en Colombia”, cerró.

Alejandro Santos, por su parte, celebró la alianza entre la revista que dirige, Semana, y Vocento, e hizo hincapié en el papel que tiene el periodismo en la realidad actual. Desde un enfoque global como centrando el objetivo en la realidad nacional colombiana. “Cuando ejercemos el periodismo en el mundo de hoy, con una realidad tan convulsionada, en un país, Colombia, tan convulsionado, nos damos cuenta de que el poder de la información, de la palabra, del idioma, cobra vida en una dimensión insospechada”.

En un momento en el que Colombia y el fin de la violencia acaparan titulares en medio mundo, Santos recordó el papel que deben jugar, desde su punto de vista, los periodistas: “Quienes trabajamos en el mundo de la información tenemos que entender qué significa el valor de la palabra y en un contexto internacional el valor del español”, defendió Santos, que apeló a “poner una perspectiva que vaya al corazón de nuestro oficial, al alma de lo que hay detrás de generaciones de periodistas que hoy se lanzan a informar a las sociedades”. Es un buen momento para empezar a reflexionar sobre el poder de la palabra, del español, y a recuperar a los periodistas “como contadores de historias, como narradores que vivimos de la palabra es fundamental que hagamos en un alto en el camino para reflexionar”, completó.