Tres décadas después de su lanzamiento, la portada de 'Nevermind' sigue generando polémica y ha dado pie a una demanda contra los miembros de Nirvana y sus herederos por alentar y lucrarse de la pornografía infantil. El disco que no importaba, como sugiere su título, ... importa, y mucho, musical, económica y legalmente.
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El bebé de la portada, Spencer Elden, que hoy tiene 30 años, quiere sacar tajada de esa mina discográfica, uno de los mejores elepés de la historia. Su portada es un hito de la iconografía del rock y una de las más reconocibles y polémicas de su historia. Kurt Cobain, cantante de Nirvana, la ideó tras ver un programa de partos en el agua. Spencer, el bebé regordete que bucea desnudo en una piscina tras un billete de un dólar enganchado a un anzuelo, acaba de denunciar a los herederos de la banda por pornografía infantil y les pide dinero, 150.000 dólares a cada uno de los siete demandados, incluidos los miembros del grupo.
Kirk Weddle le fotografió con cuatro meses, y la imagen consagró a Robert Fisher, director de arte de la discográfica Geffen Records, el sello que lanzó el álbum.
Los padres de la criatura, amigos del fotógrafo, cobraron 200 dólares por la participación del bebé, que hoy quiere multiplicar exponencialmente esa cifra y busca una indemnización millonaria «por los daños que ha sufrido y sufrirá de por vida».
La demanda, presentada en California, acusa a Nirvana de «promocionar la pornografía infantil de manera intencional y comercial, haciendo uso de la impactante naturaleza de su imagen para promocionarse a sí mismos y su música a costa de Spencer», arguyen los abogados. En 2008 y en 2016 el ahora demandante no tuvo reparos en recrear la mítica imagen utilizando un bañador.
La demanda, que incluye a Kirk Weddle y a Courtney Love como heredera del patrimonio de Cobain, sostiene que los acusados se beneficiaron y se benefician de «la comercialización de la explotación sexual» de Elden.
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Kurt Cobain pensó inicialmente llamar al disco 'Sheep' (oveja), una burla hacia los posibles compradores, y utilizar un campo lleno de autocaravanas como imagen de portada. Pero la idea se descartó y se optó por el 'Nevermind', 'No importa', deliberadamente mal escrito en una sola palabra.
'Nevermind' fue para el rock lo que 'Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band', de los Beatles, para el pop, o 'Never Mind The Bollocks', de los Sex Pistols para el punk. El legendario disco que catapultó a Nirvana y al rock alternativo, fue el gran hito de los años noventa y convirtió en un astro legendario a Kurt Cobain. Sus ocho temas, con sonido un tanto sucio y distorsionado, encumbraron al 'grunge', nuevo estilo con elementos del punk y el heavy metal.
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El álbum, que se cocinó en California en el verano de 1991 y se lanzó el 24 septiembre, consolidó a Cobain como uno de los vocalistas más genuinos del rock y un compositor sensible y original. Sus atormentados temas y el innovador sonido de la banda de Seattle inspiraron un sinfín de grupos y discos durante toda la década.
El disco que no importaba se convirtió en uno de los más importantes e influyentes de la reciente historia del rock. Irrumpió en el mercado con poco más de 46.000 copias. Pero desbancó pronto a Michael Jackson y su legendario 'Dangerous' de lo más alto de las listas. En diciembre de aquel año, con apenas tres meses en las tiendas, alcanzaba el millón de copias en EE UU.
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El inestable Kurt Cobain (1967-1994), líder de la banda que se enfrentaba a su segundo disco –el primero con una multinacional–, atravesaba aquel verano una de las profundas depresiones que, junto a sus adicciones, acabarían costándole la vida. Mientras se grababa 'Nevermind', Cobain fue desahuciado por retrasarse en el pago del alquiler. En unas semanas pasaría de dormir en su coche a convertirse en un astro global.
El éxito meteórico de la entonces semidesconocida banda de Seattle sigue siendo uno de los casos más extraordinarios de la historia del rock y para algunos un misterio inexplicable. Pero aún perdura. Considerado el sexto de los mejores 500 discos de la historia y el mejor de los 100 álbumes de los 90 por la revista 'Rolling Stone', en 1999 ya fue disco de diamante al vender diez millones de copias. Hasta hoy ha vendido treinta millones en todo el mundo. El tema estelar del disco, 'Smells Like Teen Spirit', que alterna pasajes suaves con un estribillo áspero y un 'riff' salvaje, suma más de 1.000 millones de reproducciones en Spotify.
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Convertidos ya en abanderados del 'grunge', Kurt Cobain se quejaría de la 'pulcritud' del sonido del álbum. Forzaría al grupo a cambiar de registro para equilibrar la balanza en 'In Utero', lanzado en septiembre de 1993 y tercer y último elepé del la banda de Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl. El trío protagonista de aquel fenómeno procedía de la escena alternativa de Seattle, desde donde conectó primero con el gran público estadounidense para después cautivar a fans de todo el mundo.
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