Bañarte, los mayores y la memoria

La quinta edición del encuentro de arte Bañarte, en Baños de Río Tobía, ya se ha materializado y este domingo puede ser ya visitada. La temática elegida por el pintor y director del evento, Carlos Villoslada, y su equipo es la memoria y para ello, nada mejor que acudir a los mayores del lugar, quienes en algunos casos han actuado como hilo conductor para que los artistas hicieran realidad sus propuestas.

Es el caso de la artista vallisoletana Azucena Carbajosa, quien expone su instalación, 'In memoriam de una matanza' en la Casa de Cultura. «Yo vengo trabajando en torno a la memoria de los pueblos en el proceso de despoblación, ya que al final hay un cambio del modo de vida y hay actividades que se dejan de hacer», explicaba antes de aclarar que aunque en Baños «no hay ese problema, investigué qué tradición había que se haya dejado de hacer y di con la matanza».

Bajo esa premisa fue recogiendo fotografías antiguas cedidas por los bañejos, de la crianza y matanza del cerdo en la localidad. Eso lo complementó con conversaciones con la gente mayor, «que me relataron sus recuerdos», para más adelante conversar con los jóvenes y conocer qué sabían ellos sobre lo mismo. «Entonces he actuado como una especie de engranaje de la memoria que transmite lo que queda en la memoria de los mayores a los jóvenes». El resultado son unos murales con fotografías, aliñadas con frases sacadas de las conversaciones, y un audiovisual con parte de los testimonios recogidos.

Muy cerca de ahí, en la trasera de la iglesia de San Pelayo, Javier Pico y Lorena del Campo, miembros de La Proyectual, muestran su instalación 'Memorias de un presente'. «Es una obra referida a la memoria, con dos visiones desde dos puntos de vista objetivos, a 45 grados de la obra, a derecha e izquierda», comenzaba explicando Pico. Desde un lado se pueden ver «dos imágenes del pasado con siete referencias a la memoria del pueblo» y desde el otro «se contempla el presente». Se completa con «unos links para acceder a unos audios que hay en Youtube con los relatos de esos recuerdos por parte de los vecinos».

En las proximidades de la ermita de la Virgen de los Parrales se ha recuperado la Fuente de las Orinitas, donde el escultor de Ribafrecha Cristian Terroba, ha colocado su obra. Se trata, cuenta el artista, «de dos cabezas de piedra que quieren representar a la gente mayor, que se miran de frente porque están dialogando sobre la experiencia de la vida».

Por ello, lo ha titulado 'Nunca el tiempo futuro será mejor', lo cual explica por su convencimiento de que «antes se miraban más los valores, las experiencias, se hacían las cosas de otra manera. Ahora parece que vivimos más cómodos y no valoramos la forma de vivir de antaño». En suma, se trata de «un homenaje a la gente mayor», instalado en ese lugar a propuesta de los organizadores, lo que ha propiciado que se esté recuperando el paraje como un nuevo lugar de asueto para vecinos y visitantes.

En dirección al río Najerilla existe una granja familiar en la que se crían cabras, y allí es donde el artista cubano Disbel Roque ha llevado a cabo su acción procesual 'Muda'. Su propuesta artística comenzó «confeccionando yo mismo un mono de trabajo, con la particularidad de que está hecho con tela de lienzo crudo, de color claro».

Embozado en el mismo, «estoy trabajando en una granja familiar durante una semana sin quitarme el mono, de esa manera se ha ido impregnando tanto de la suciedad del trabajo a base de barro, excrementos de los animales, resinas de plantas y demás».

Afirma que su concepción del trabajo es «asumirlo como una piel que se va impregnando de la vida de estas personas que trabajan en la zona rural, es concebir esa huella como la memoria». De esa manera, al final el mono «se quedará como una pintura que será expuesta en Baños, más tarde en Madrid y luego volverá aquí para quedarse».

El final de trayecto, junto al puente sobre el río Najerilla, un lugar que viene siendo habitual en cada edición del Bañarte, es la zona que el brasileño Yuri Tuma ha elegido para su narrativa explicativa 'No son otra cosa que tocarse uno al otro'. Su trabajo ha consistido en «crear diálogos con los mayores del pueblo para hablar de su memoria a partir del río y desde sus memorias especular con futuros posibles».

Los espectadores «escucharán un collage sonoro de esos relatos y especulaciones con lo que puede ser el futuro, con música que yo compongo, y la idea es que se pueda escuchar debajo del puente, de una manera continuada». Con ello busca «utilizar el río como metáfora de la vida y que el sonido del agua forme parte de la composición sonora».

Para el director del encuentro, Carlos Villoslada, es una suerte que «esta quinta edición, en estos momentos tan difíciles, nos haya pillado ya rodados, porque con el virus y las medidas a tomar se ha complicado todo mucho». Han tenido que «dejar de hacer actividades complementarias, pero seguimos con los talleres de arte, que han sido un éxito», explica.

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