Borrar
Mural homenaje al Martín Pescador que embellece uno de los rincones de Baños. Félix Domínguez
Dos pueblos unidos por el arte y un camino de leyenda
Camprovín | Baños de Río Tobía

Dos pueblos unidos por el arte y un camino de leyenda

Visitar ambas localidades es disfrutar con una inyección de arte mientras se recorren sus calles y plazas

Jueves, 1 de septiembre 2022, 02:00

Unidos por el cauce de un río, el Najerilla, el más importante de la geografía riojana si dejamos a un lado al Ebro, que son palabras mayores, Camprovín y Baños de Río Tobía están hermanadas por una leyenda y por el arte.

Para ir de una localidad a la otra se puede uno encaminar por la carretera, y tras un trayecto no muy prolongado, ir de uno a otro pueblo en pocos minutos. También se puede hacer siguiendo un camino que es el sujeto de la leyenda. Según se cuenta en ambas villas, en ese camino y hacia el siglo décimo, existía un convento-castillo, muy cerca del cauce del río, que fue erigido por los Templarios.

DE INTERÉS

  • Camprovín Bar-café Armonía, en él se pueden degustar pinchos típicos.

  • Baños de Río Tobía Cafetería restaurante Chil Out Ágora y Mesón Los Manjares.

  • Dónde dormir En Camprovín las casas rurales La Casona de María, El Pajar de Javi, La Carpintería del Abuelo, Las Parras y Apartamentos Rioja. En Baños, apartamento La Solana.

Pero la leyenda tiene una laguna, ya que la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón, también llamada la Orden del Templo, fue fundada en 1118 o 1119. De cualquier forma, es un buen estímulo para recorrer el camino y conocer las dos localidades.

Ver fotos

Galería. El último paseo por Bañarte Félix Domínguez

Porque, en las dos se puede uno deleitar contemplando y admirando las numerosas obras de arte moderno que han ido quedando tras las diferentes celebraciones de sus dos encuentros artísticos: Camprovinarte y Bañarte.

Se trata de adentrarse en los dos cascos urbanos y dejarse llevar. Recorrer sus calles y hasta sus alrededores para poder admirar lo que los ya numerosos artistas han ido dejando para que, a instancia del deterioro que pueda ocasionar el paso del tiempo, con los fenómenos meteorológicos como principales agentes degradantes, vecinos y sobre todo visitantes, se empapen de cultura.

Así eran y vivían los camprovineses de los años 50 del siglo XX. Félix Domínguez

Ambas iniciativas se encuentran ya muy consolidadas y en ellas vienen participando artistas nacionales e internacionales, unos incipientes y otros ya ciertamente reconocidos y con una trayectoria que les está llevando a ser reclamados para dejar su impronta artística en otros países europeos.

Tanto en una como en otra localidad se busca no solo la promoción del medio rural y de la cultura, subrayando que los entornos rurales también pueden ser escenario de la cultura contemporánea. También se pretende la revalorización del turismo de la zona, presentando nuevas propuestas cada año, lo cual supone un incentivo para que los visitantes tengan un motivo para volver, pues la renovación es anual.

Además de ponerse al día sobre las nuevas tendencias artísticas, con atrevidos planteamientos que a buen seguro no dejan indiferente a nadie, también se puede uno empapar de cierto costumbrismo, dado que como en ambos casos se invita a colaborar con los artistas a los vecinos, no es raro encontrar, formando parte de las mismas, imágenes de cómo eran los usos y costumbres de cada localidad.

En fin, el mundo rural empapado de arte y cultura.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Dos pueblos unidos por el arte y un camino de leyenda