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El barón Thyssen, en su despacho, lleno de obras de artes decorativas. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Las artes de un rico caprichoso

Las artes de un rico caprichoso

Hoy se cumple el centenario del nacimiento del barón Thyssen. Heredero de una inmensa fortuna, fue un amante de la belleza que atesoró la segunda mejor colección de pintura del mundo

Lunes, 12 de abril 2021, 20:40

Mundano, elegante, culto, mujeriego y religioso. El estereotipo de Heinrich von Thyssen-Bornemisza (1921-2002), miembro de una de las sagas más importantes de la industria europea, cuadra a la perfección con el cliché de rico caprichoso. Este potentado y mecenas vivió por y para el arte. Se definía como un «holandés errante con alma magiar», aunque por su temperamento y trayectoria otros le hubieran descrito como un vividor a secas. Heredó de su padre una de las mejores colecciones de arte del mundo, que él supo completar y dar unidad. Incumpliendo el consejo de su progenitor, que le aconsejó que no comprara piezas más allá del siglo XVIII, el noble se hizo con piezas de incalculable valor de arte moderno. Mañana se cumplen cien años del nacimiento del magnate, que consiguió que sus lienzos, esculturas y objetos artísticos lucieran en uno de los más bellos y señoriales edificios de Madrid, el Palacio de Villahermosa.

Nacido en Scheveningen, Países Bajos, el 13 de abril de 1921, los problemas cardiovasculares que padeció al final de su vida le obligaron a llevar una vida fatigosa. Esos achaques fueron el epílogo de una existencia pródiga en dinero y vivencias que se prolongó ... durante 81 años. Le visitó la muerte el 26 de abril de 2002, en la villa que posee Carmen Cervera en Sant Feliu de Guíxols, en medio de un paisaje idílico del Bajo Ampurdán.

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