El Prado salva 'in extremis' la gran exposición de Guido Reni

El primer concurso, por un importe de 865.000 euros, quedó desierto en junio, «lo que no había pasado nunca». Nadie se presentó, poniendo así en peligro la celebración de la muestra, algo que jamás había ocurrido en la historia reciente del museo.

El Prado articuló con urgencia un segundo concurso con una partida de 965.000 euros cuyo plazo concluía este mismo lunes para el que sí obtuvo una respuesta favorable. «Una de las compañía acreditadas y expertas con las que habitualmente trabaja el museo acepta las condiciones y está dispuesta a hacerlo», explicaban desde la pinacoteca. «Puede que haya más ofertas y se hará la que tenga las mejores condiciones», agregaban las mismas fuentes, recordado que «las empresas capacitadas para este servicio no son muchas» y que la que ha aceptado es «una de las grandes».

Reconocen desde el Prado que esta situación «es un termómetro de cómo la situación de inestabilidad, el aumento de los costes del combustible y de las primas de los seguros está complicando la organización de las exposiciones y encareciendo su coste exponencialmente». «Nunca en época reciente se ha suspendido una exposición por estas causas», reiteraban, no obstante.

En este tipo de exposiciones se trabaja con una anticipación de entre tres y cinco años, lo que permite que las condiciones económicas y los costes varíen sustancialmente desde la concepción hasta la realización, especialmente en épocas de crisis. Hay que realizar la selección de las piezas, comprometer los préstamos con los propietarios, suscribir los seguros, diseñar los espacios y garantizar la seguridad de las obras en los traslados y durante su exhibición.

Y así se ha hecho con 'Guido Reni y la España del Siglo de Oro', anunciada en el edificio de los Jerónimos del Prado entre el 28 de marzo y el 9 de julio de 2023. Se organiza en colaboración con el Städel Museum de Fráncfort, que acogerá la muestra a partir del 23 de noviembre y que tiene previsto entregar el 5 de marzo al Prado el centenar de obras de la muestra.

El Prado admite en la memoria explicativa que redactó para ampliar la cuantía de la licitación que la «falta de ofertas presentadas al procedimiento ha permitido detectar que, desde el momento en el que se fijó el precio máximo estimado del contrato hasta el momento en el que los licitadores han obtenido precios para elaborar su oferta, la evolución de las circunstancias económicas ha hecho que el importe fijado resultara insuficiente». Se refieren, sin citarlo explícitamente, al alza del dólar la subida de los carburantes y la inestabilidad creada por la guerra de Ucrania.

El Prado tomó como referencia «los precios de mercado por servicios similares contratados en otras ocasiones», adaptándose «a las circunstancias y a las necesidades específicas de este proyecto».

Con cien obras entre pinturas, escultura y dibujos, la exposición explora la influencia del artista italiano en creadores españoles como Zurbarán o Murillo y se centra en el coleccionismo de obras de Guido Reni en España por parte de la Corona, la nobleza y el clero, en los siglos XVII y XVIII. La mayoría de las obras proceden de museos españolas e italianos y de colecciones europeas y americanas.