El Prado atisba luz en el oscuro túnel de la pandemia

El Estado amplía de 15 a 28 millones de euros su aportación al museo y se han aprobado créditos extraordinarios para la ampliación del Salón de Reinos que firman Norman Foster y Carlos Rubio, el mayor desafío del museo desde la intervención de Moneo en los Jerónimos. Además, llegarán parte de los fondos europeos para el desarrollo tecnológico que supondrán otros 21 millones a lo largo de cinco años. «La pandemia vació las salas de museo y sus arcas. Hemos vivido hasta ahora de los ahorros, pero se estaban acabando justo cuando se han aprobado los presupuestos». «El Gobierno entendido perfectamente la situación en la que estábamos y ha doblado la aportación al museo», agradece Falomir.

«Vamos a programar todas las exposiciones que aplazamos o suspendimos por la pandemia», asegura. «Además, a lo largo del 2021 reordenaremos la colección permanente, que veremos de una manera bastante distinta» añade. Anuncia una serie de intervenciones «muy importantes» y que «tienen bastante que ver con el rediseño que se hizo a causa de la pandemia».

«Al presentar 'Reencuentros', dijimos que era una manera de sondear la recepción del público de una forma distinta de ver las colecciones del museo. La respuesta ha sido muy positiva y nos ha convencido de que estábamos en la línea adecuada», se felicita el director de la pinacoteca. Se abrirá primero la parte de la pintura del siglo XIX, «que cambiará por completo», y se abordarán «intervenciones previstas para este año y que no hemos podido completar». Se creará «al fin» 'Prado 200', proyecto consagrado «a pensar a historia del museo, homologándose con otros grandes museos extranjeros que tienen este tipo de espacios» y que se situará donde estuvo el Tesoro del Delfín. También se recuperarán cómo espacios expositivos para a escultura clásica las galerías jónicas, paralelas a la gran galería central.

La temporada de exposiciones arrancará en marzo con 'Pasiones mitológicas', seguida de una muestra dedicada a Marinus van Reymerswale, un grande de la pintura flamenca. Pero la gran apuesta será 'Tornaviaje', muestra «que dará la bienvenida al museo al arte americano, ausente del Prado desde su fundación», según reconoce Falomir. Habrá también una pequeña exposición 'dossier' en torno a 'La Gioconda' del Prado, desconocida joya del museo «que permitirá estudiar las fórmula de funcionamiento del taller de Leonardo» y otra dedicada a Annibale Carracci. Organizada junto al MNAC y el Palazzo Barberini de Roma, «reconstruirá la romana capilla Herrera, cuyos 16 frescos fueron arrancados a principios del siglo XX y repartidos entre Madrid y Barcelona».

La providencial inyección económica permite además retomar el calendario para la ampliación del museo. «A finales de noviembre el estudio de Foster y Rubio entregó la versión definitiva del proyecto, y, aparte del presupuesto ordinario, se ha aprobado una línea extraordinaria de crédito, de modo que podemos afrontar los plazos», asegura Falomir. En los próximos meses se procederá a licitación de la obra «y si todo va bien y no hay nubes en el horizonte, como parece que será, para noviembre del próximo año podrían iniciarse las obras» anticipa. El Prado trabaja desde hace un par de años en el edificio restaurando las pinturas y consolidando algunas partes de su estructura. «No hemos parado ni en los momentos más duros de la pandemia», dice Falomir. Confía en que los plazos se mantengan y en que, «con suerte, en cuatro o cinco años sea una realidad». «Todo teniendo en cuenta que es un edificio histórico y que, en estos casos, se sabe cuando se empieza, pero siempre puede haber sorpresas», concluye.