Patrizia Sandretto, mecenas italiana con alma española

Sandretto sigue, entretanto, buscando sede en Madrid para instalar definitivamente parte de su colección, tras descartar, de acuerdo con el Ayuntamiento de la capital, que se instalara en el Matadero. Las negociaciones «continúan» y las relaciones son «buenas» pero «aún no hay propuesta para la sede».

La primera edición española del programa formativo de Sandretto cuenta aquí con el patrocinio de la Fundación Reale y la colaboración de Acción Cultural Española AC/E. Alejandro Alonso Díaz es el responsable y coordinador del jurado que seleccionó a Marta Cacciavillani (Italia), Laura Plant (Gran Bretaña) y Lxo Cohen (Países Bajos / Gran Bretaña), quienes disfrutarán de un periodo de estudio de cuatro meses para «profundizar en el conocimiento del panorama artístico español».

El programa persigue «crear una conexión para los comisarios entre la fase final de sus estudios y el ingreso en el mundo profesional», estructurándose «como una actividad de formación autónoma, gracias a un recorrido de investigación». Alonso Díaz selecciona los contenidos y las propuestas artísticas y propone el itinerario para conocer el tejido artístico español mediante encuentros con artistas, galeristas, viajes, visitas a museos, fundaciones y espacios independientes en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Santander y A Coruña entre otras ciudades. Al término de su estancia, los becados organizarán en Madrid una muestra colectiva de artistas españoles que resuma su experiencia.

Días antes de presentar el programa, la fundación iniciaba su agenda de exposiciones españolas con 'Emissaries', la primera individual en España de Ian Cheng (Los Ángeles, 1984). Comisariada por Hans Ulrich Obris, es una trilogía de enormes pantallas en las que, con apariencia de videojuego, el artista muestra un escenario distópico y apocalíptico a lo largo de distintas eras. Son unas simulaciones creadas mediante inteligencia artificial que se autogeneran y que jamás se repiten ni entran en bucle. Se vio por primera vez en el MoMA neoyorquino en 2017 y estará en cartel en Madrid hasta el 21 de marzo, en el palacio de la Fundación Fernando de Castro.

«Estamos abiertos a las propuestas del Ayuntamiento. Pero tenemos claro que nosotros no vamos a decir que cerramos este proyecto, queremos seguir y estamos convencidos de que se va a encontrar un lugar», dijo Patrizia Sandretto sobre el futuro español de su colección tras la presentación de la obra de Cheng.

La coleccionista llegó a acordar con la entonces alcaldesa madrileña, Manuela Carmena, la cesión por 50 años de una de las naves de Matadero Madrid para exponer parte de su colección –con más de 1.000 piezas, que incluye obras de Cattelan o Damien Hirst–, y para la formación de artistas, comisarios y de otras actividades. El proyecto no cuajó y a finales de 2019 se descartó al sede del recuperado Matadero, al sur de Madrid. «Tras muchos estudios, los arquitectos llegaron a la conclusión de la imposibilidad de transformar la nave con unos estándares de calidad imprescindible para mostrar el arte contemporáneo: hay motivos estructurales del edificio que no pueden ser alterados», explicó Patrizia Sandretto.

Con sede en Turín, la Fundación Sandretto es una veterana en el panorama artístico español. En 2000 ofreció una exposición de fotografía en el Canal de Isabel II; en 2003, se presentó en el IVAM; en 2011 en la Fundación Banco Santander y en 2014 en el festival Loop de videoarte de Barcelona.