El gran cónclave del cómic reivindica a los genios del noveno arte

En cartel hasta el 28 de agosto, reúne 355 piezas, muchas procedentes de la colección de Bernard Mahé, uno de los grandes coleccionistas del mundo, que atesora más de un millar de obras maestras del género de las que ha cedido 250. Entre ellas, un original de 'Aterrizaje en la Luna' de Tíntín, dibujado por Hergé (George Rémi) en 1954 para la primera edición del álbum número 17 de la serie del reportero del tupé y los bombachos y que en una subasta podría alcanzar los tres millones de euros. No en vano, el original de Hergé para la portada de 'El Loto Azul' se subastó el año pasado en París por 3,1 millones, convirtiendo la página del dibujante belga en la viñeta más cara de la historia.

Mahé es el comisario de la muestra que incluye 300 originales. «He querido contar la historia inédita y completa del cómic occidental con las mejores piezas», dice este erudito francés que no aclara si es más 'asterixófilo' que 'tintinófilo', o viceversa, o si está dispuesto a vender su tesoro de Tintín. «No puedo elegir entre mis hijos. Los quiero a todos por igual. Colecciono cómics desde hace 50 años y amo a todos los personajes», se justifica.

Quiere Mahé poner en valor a un género hoy universal «minusvalorado por ser popular, efímero y poco trascendente». «Pero el cómic tiene hoy un alcance comunicativo que difícilmente puede lograr otro medio de expresión», apunta. Lamenta que durante décadas «el valor cultural y artístico del cómic no fuera reconocido», aunque celebra que «se consolide de forma paulatina como una forma de expresión que, emparentada con la literatura, la pintura o el cine, ha conquistado a millones de personas en todo el mundo y ha entrado en las salas de exposiciones, los museos y en el ámbito académico».

La valiosa página de Tintín, en blanco y negro, es una de las muchas joyas de la más que entretenida exposición, en la que están todos los que son. Se inicia con una página de 1896 de la serie del archifamoso Yellow Kid, de Richard Felton Outcault, considerado como el primer cómic moderno en Estados Unidos y que dio nombre también a la 'prensa amarilla'. Llega hasta hoy, con el cómic en línea 'Joselito', de Marta Alperi, que juega con las posibilidades que ofrece el mundo digital, como el concepto de 'scroll' infinito, funcionalidad que carga contenido de forma automática cuando el usuario se desplaza hacia abajo en una pantalla.

La muestra, que itinerará por los centros CaixaForum hasta 2026, reúne «las mejores viñetas del mundo occidental», según sus organizadores, que subrayan «la doble condición del cómic como herramienta de reflexión sobre el presente y el futuro, y como poderoso medio de creación de realidades paralelas, universos imaginarios, utopías y distopías». Esta rica panorámica de la historieta se circunscribe al mundo occidental, y no se ocupa del manga y otros géneros asiáticos.

Hay salas dedicadas a gigantes como Tintín o Astérix. Otras a los grandes héroes americanos y europeos y también a los maestros españoles, con Francisco Ibáñez a la cabeza y una recreación gigantesca de su descacharrante '13 Rue del Percebe'. Están también clásicos que desbrozaron el camino, del Capitán Trueno a Carpanta o Zipi y Zape y un larguísimo etcétera, junto a las publicaciones en las que aparecieron, del 'TBO' a 'Pulgarcito' pasando por 'Flechas y Pelayos' o 'El víbora', por citar dos en las antípodas temporales y conceptuales.

Popeye, Mickey Mouse, Félix el gato, Flash Gordon, Tarzán, Thor, Dick Tracy, Mortadelo y Filemón, Carlitos, Snoopy, Spirou, Corto Maltés, Makoki, Mafalda... la lista de personajes es tan exhaustiva como la de sus creadores: Winsor McCay, Claire Bretécher, Will Eisner, Frank Miller, John Romita, Jack Kirby, Moebius, Hugo Pratt, Quino, Francisco Ibáñez, Vázquez, Escobar, Paco Roca, Purita Campos, Garlos Giménez, Alberto Breccia, Enki Bilal o Robert Crumb.