Artemisia se desnuda ante Miguel Ángel

La restauración, que se va a prolongar durante al menos otros tres meses y se realiza en público, permitirá gracias a una copia virtual comprobar cómo era originariamente la obra, ya que 70 años después de que fuera terminada, en un ataque de pudor fueron tapadas las partes íntimas de la mujer desnuda representada. Aunque el riesgo de dañar el lienzo impide ahora eliminar la pintura del velo que cubre los senos y el pubis, la magia de la tecnología propiciará que pueda contemplarse la obra sin censuras.

«El cuadro es una reivindicación de lo que Artemisia hizo siempre en su vida: resurgir», explica Elizabeth Wicks, restauradora jefa, que considera que la pintora, todo un símbolo para el movimiento feminista tras siglos condenada al olvido, realizó un autorretrato idealizado de sí misma en la 'Alegoría de la inclinación'. «Fue una manera de decir: 'Aquí estoy yo'. Hizo una pintura que es un desnudo, algo que entonces se consideraba una prerrogativa de los pintores varones».

Wicks está dedicándose en esta primera fase de la restauración a limpiar la pátina de polvo y hollín depositada sobre el lienzo con unos bastoncillos de algodón impregnados de una sustancia que emula a la saliva humana. En unos pocos segundos el efecto es evidente, ya que vuelven a resurgir los colores. «Es lo mejor para ir retirando toda esta capa provocada por el paso de los siglos y los puros que se fumaban los miembros de la familia Buonarroti», cuenta la experta, que detiene de vez en cuando su labor para responder pacientemente a las preguntas que le hacen los visitantes que llegan a la Casa Buonarroti y se la encuentran trabajando en una de las salas. Un crío estadounidense de 10 años incluso se anima a hacerle una entrevista.

«Es muy importante redescubrir la historia de mujeres artistas, científicas y literatas, porque se trata de una página olvidada de la Historia. Hay poco conocimiento aún, pero mucho interés por conocer la aportación de este 50% de la población. No podemos excluir el aspecto femenino del humanismo», explica Linda Falcone, coordinadora del proyecto 'Artemisia Desvelada', financiado por la organización sin ánimo de lucro Calliope Arts y el filántropo británico Christian Levett.

Una vez finalice la restauración, en la que se utilizan las tecnologías más avanzadas como luces infrarrojas, rayos X o microscopia digital, se mostrarán las conclusiones en una exposición que podrá visitarse entre septiembre de 2023 y enero de 2024 en la Casa Buonarroti. El museo, además, mejorará el sistema de iluminación de la sala en cuyo techo se encuentra la 'Alegoría de la inclinación' y las obras de otros 14 artistas contemporáneos de Artemisia. Encargada por el sobrino del genio del Renacimiento, esta galería celebra las dotes artísticas de Miguel Ángel hasta llegar a su divinización.

El conocido como Miguel Ángel 'el Joven' fue mecenas de Artemisia y marcó un punto de inflexión en su carrera. Le dio plena libertad para la elaboración de la obra, en la que celebra la inclinación hacia la creatividad y el arte, pagándole incluso tres veces más que al resto de pintores que participaron en el proyecto de la galería. Para Artemisia, que estaba entonces embarazada de cinco meses, aquella experiencia le cambió la vida. Le permitió convertirse en estudiante de la prestigiosa Accademia delle Arti del Disegno de Florencia, siendo la primera mujer en lograrlo, y entrar en contacto con la alta sociedad toscana en las veladas que organizaban los Buonarroti en su casa.

En ellas conoció a Galileo Galilei, del que se hizo amiga y al que homenajeó colocando una brújula en las manos de la mujer representada en la 'Alegoría de la inclinación'. Era una referencia a la teoría del magnetismo del célebre físico y astrónomo que fue condenado como hereje por la Iglesia el mismo año en que Artemisia acabó el cuadro.

«En este palacio Artemisia no sólo trabajó, sino que también socializó con los grandes de la época», cuenta Falcone, destacando que la 'Alegoría de la inclinación' fue una suerte de «billete de visita» para la pintora. Luego le llegarían los encargos de los Medici, la familia reinante en Florencia, como su célebre 'Judit decapitando a Holofernes', expuesto en la Galería de los Uffizi y donde están representadas esas mujeres bíblicas fuertes y que se sobreponen a las adversidades con las que tanto se identificaba Artemisia. «Me encanta que tuviera el coraje de poner una versión idealizada de sí misma en la 'Alegoría de la inclinación'», explica con una sonrisa maliciosa Wicks mientras limpia el lienzo cruzando su mirada con la de la mujer representada. «Fue una manera de apropiarse del tributo al gran Miguel Ángel que suponía el cuadro reivindicándose a ella misma».

Christian Levett, uno de los mecenas que apoya el proyecto, subraya que la restauración va más allá de la propia creación de Artemisia, al poner el foco en la que fue su 'casa artística' en Florencia. «Este fue el primer museo en absoluto que homenajeó a un artista, Miguel Ángel, al que se representa como a una divinidad. Con su obra, Artemisia jugó un papel clave en la determinación de las generaciones futuras y, mientras lo hacía, ligó la fama de Miguel Ángel a la suya propia», considera Levett.