El antropólogo riojano Óscar Calavia y el periodista madrileño Felipe de Luis Manero comparten el 26º premio literario Bretón & Olarra

Óscar Calavia (Logroño, 1959) ha vivido en Brasil desde 1986 y ha sido profesor de Antropología en la Universidad Federal de Santa Catarina. En 2007 recibió una mención especial del jurado del I Premio de Novela Ciudad de Logroño por 'La única margen del río'. Además de esta novela, ha publicado otras dos en España: 'Las botellas del señor Klein' (XXXI Premio Tigre Juan) y 'Ojos Cortados'. Su relato 'Amazonia-China; dos viajes de vuelta' ganó el VII Premio Eurostars de Narrativa de Viajes y ha sido publicado por National Geographic.

Por su parte, Felipe de Luis Manero (Madrid, 1984) es periodista especializado en fútbol y entrenador. Su obra 'Sito Miñanco presidente' está inspirada en la figura del 'narco' gallego y su actividad como presidente del club de fútbol Cambados. Por su parte, la obra de Óscar Calavia es un análisis social y antropológico de nuestra civilización a partir de la basura que se genera en el mundo.

De entre el medio centenar de originales presentados, también han sido finalistas los de Carlos Lapeña y Eduardo Romero. Tras su deliberación, el jurado ha decidido por primera vez en 26 ediciones un fallo ex aequo.

Este año el Premio Café Bretón & Bodegas Olarra ha repetido por segunda vez la fórmula de beca literaria estrenada en su anterior edición, en la que resultó ganador el escritor madrileño-gaditano Montero Glez por 'La imagen secreta'. El certamen de narrativa más histórico de La Rioja otorga un cheque de 6.000 euros de bolsa y la editorial riojana Pepitas de calabaza edita la obra que el autor presenta como proyecto.

El año pasado el Bretón & Olarra abandonó la fórmula de concurso literario tradicional abierto a casi todos los géneros narrativos y optó por convertirse en premio-beca con plicas abiertas.

Como objetivo, según las bases del certamen, el Bretón & Olarra persigue «promover las actividades culturales y artísticas mediante la edición de una obra literaria destacada». «El premio pretende ser divulgativo sin vulgarizar. El trabajo tiene que ser riguroso, sin ser académico«.

Los aspirantes, cuya identidad hacen constar en sobre abierto, deben presentar su proyecto literario resumido en dos folios y diez más con el arranque del texto y un esbozo.

El ganador se compromete a entregar la obra terminada en seis meses. El premio-beca consiste en seis mil euros, la misma cantidad que en ediciones anteriores, y la publicación del libro por Pepitas de calabaza. Como novedad, el autor de la obra ganadora recibirá su recompensa económica en dos plazos: 3.000 euros a la entrega del premio, el 23 de abril, y los 3.000 restantes a la entrega del manuscrito final. El jurado, que ha pasado de cinco a siete miembros, «ha valorado en extremo la calidad de la prosa».

«El cambio de sistema ha sido muy positivo», aseguró al presentar las bases en enero Colo Cortés, propietario del Café Bretón. Prueba de ello es «la calidad del libro de Montero Glez». Por su parte, Maite Soria destacó el compromiso de Olarra con una cita cultural que la bodega logroñesa lleva una década patrocinando.

«Llevábamos años pensando que el modelo anterior estaba agotado y que debíamos cambiar de ciclo y ahora valoramos el cambio muy positivamente», señala Cortés, impulsor de este certamen literario, el más longevo de La Rioja y que más prestigio ha alcanzado.

El Premio Bretón se ganó desde sus comienzos de la mano de AGM Editor un sólido prestigio, cimentado sobre ganadores como Miguel Sánchez Ostiz o un joven Juan Manuel de Prada en sus primeras ediciones. En las últimas, ya con Pepitas, ha sumado a su palmarés los nombres de Fernando Iwasaki, Manuel Jabois, Martín Olmos, Javier Quevedo o Antonio Cabrera.