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Julieta y Romeo despiertan después de un largo sueño pero no se reconocen. Ella solo ve a un caballero de avanzada edad y él a una dama bien conservada. Los dos creen que son un par de adolescentes. Julieta piensa que solo durmió unos ... instantes y espera ansiosa el retorno de su amado. Romeo, en cambio, no recuerda nada.
El dramaturgo austriaco Eberhard Petschinka ha resucitado a los amantes de Verona en su versión de la tragedia shakesperiana 'Romeo y Julieta' y Ana Belén y Roberto Mori los interpretan hoy y mañana en el teatro Bretón (a las 20.00 horas).
El asturiano Roberto Mori sustituye a José Luis Gómez en estas dos funciones debido a una lesión del onubense. Según la Entrecajas Producciones Teatrales, el veterano actor «padece un dolor dorsolumbar muy intenso, consecuencia de una fractura aguda de vértebra, sobrevenida en el estreno de esta producción en Valladolid el pasado día 3 de marzo, que le obligará a mantener reposo durante al menos seis semanas».
Mori ha interpretado el papel de Romeo en las tres ciudades en las que se ha representado la obra durante marzo. Aunque treinta y cinco años más joven que Gómez, es un experimentado actor habitual del Teatro de la Abadía y del Centro Dramático Nacional.
Esta propuesta teatral, dirigida por Rafael Sánchez, empieza donde acaba la tragedia de Shakespeare, los dos amantes despiertan después de cincuenta años de un largo sueño pero no se reconocen. Así «vuelve a comenzar la verdadera historia de los amantes más famosos del mundo».
«Entre la felicidad de por fin poder estar juntos y la enorme tristeza de no haber podido vivir una vida entera juntos, lo dos intentan averiguar cómo llegaron hasta aquí y qué es lo que aún les une. Todo un canto a la vejez y a un amor que trasciende a la muerte, basado en las emociones, en los sentimientos, en la memoria y en los recuerdos y en su pérdida, haciendo reflexionar también sobre el tema del alzhéimer».
Con Ana Belén y Roberto Mori, Petschinka lleva al público a través de otras escenas alternativas del clásico: se enamoran, se enfrentan en duelo, se fugan, se casan, cantan, bailan, se envenenan y al final mueren realmente, para demostrar que la muerte, al menos en el teatro, no es el fin de todo.
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