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Luis Burgos pinta figuras, «porque es con lo que conecto y con lo que me entrego a la tela vacía», manifestaba al preguntarle por las mil caras que colorean las estancias. «Un personaje con el que hablar e identificarme, y además con la complicación de ... que ese personaje salga vivo».
Y es que, como si fuesen tocados por una varita mágica, sus retratos hablan, expresan sentimientos y consiguen transmitirlos mirando fijamente al espectador a través de una amplia y alegre paleta de color.
Exposición 'El largo viaje de Luis Burgos por la pintura'.
Dónde Museo del Torreón de Haro, hasta el 10 de septiembre.
Horario De martes a sábado, de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas. Domingos y Festivos, de 11.00 a 14.30 horas.
La mitad de ellos son personas reales y otras figuras están inspiradas en fotografías o imágenes de la vida cotidiana que el artista hace suyas, porque reconoce que «cualquier parecido con la realidad es pura casualidad».
El museo del Torreón de Haro acoge desde ayer más de cuatro décadas de trabajo del artista riojano, entre los que destaca una obra muy especial creada de forma específica para esta exposición: un autorretrato en el que se sumerge en el personaje del dios Baco, con el Barrio de la Estación de fondo.
«Me dieron la idea y dije que me lo pensaría porque, lógicamente estoy en la decadencia. Hay un pintor, Lucian Freud, que tuvo el valor de retratarse en su decadencia en pelotas y dije: pues yo también. Y lo hice por el reto que suponía pintarte a ti mismo y enfrentarte 24 horas del día a tu propia decadencia», explicó. Burgos ha trabajado en sitios muy diferentes como Nueva York, Pekín o La Habana pero, una de sus últimas estancias largas ha sido en Cellorigo, donde realizó las obras de los payasos y estuvo acompañado por su amigo, el periodista y escritor Marcelino Izquierdo.
A la inauguración de la muestra acudieron también la directora general de Cultura del Gobierno riojano, Ana Zabalegui, y el concejal de Cultura jarrero, Leopoldo García.
Dentro del Torreón, la obra de Burgos cuenta con dos espacios diferenciados. En el primero se muestran las obras desde 1980 hasta 2023, con temas báquicos, de circo, arlequines, niños, etc.
«Una exposición muy vital y que muestra conceptos muy bonitos», apuntaba Zabalegui. «Muestra retratos de diferente formato, e incluso su última experiencia sobre cerámica».
En la segunda zona se exhiben pinturas realizadas en sus diferentes estancias en el extranjero, que reflejan el ambiente y las personas con las que ha convivido con el paso de los años.
Por su parte, Leopoldo García, explicó que el Ayuntamiento de Haro «siempre trata de acercar las mejores muestras a Haro, y de forma especial la de Luis Burgos, que transmite tanta intensidad y pasión»
La exposición puede visitarse hasta el 10 de septiembre en el museo jarrero.
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