Los aditivos con más controversia

Los expertos calculan que una persona consume de media siete kilos de aditivos al año. Y entre ellos hay aditivos con más controversia que otros. Son los siguientes:

Clasificados como engañosos, dado que pueden enmascarar ciertas deficiencias de un producto al mejorar su aspecto final, por ello son considerados como los más peligrosos.

Curcumina (E-100). Color amarillo intenso. Se utiliza para confituras, mermelada, embutidos. Produce alteraciones fetales (teratógeno) en experimentos animales.

Rojo cochinilla A. (E-124). Color rojo fresa. Se usa para confitería, repostería, helados, derivados cárnicos. Tiene efectos cancerígenos discutibles.

Amaranto (E-123). De color morado o púrpura se encuentra en la fruta confitada, glaseados, golosinas, pastelería. Es un derivado del petróleo que causa reacciones alérgicas, hiperactividad, insomnio. Posible cancerígeno y teratógeno.

Refuerzan el sabor de los distintos componentes de un producto sin aportar un sabor propio. De todos ellos, el que más controversia genera es el Glutamato monosódico (E-621), que se usa principalmente en alimentos salados como un sustituto a la sal común, muy utilizado en la comida oriental. Incluso se le atribuye a la aparición de un 5º sabor denominado UMAMI. Sus efectos secundarios se recogen en el llamado síndrome del restaurante chino: dolor de pecho, palpitaciones, dolor de cabeza, náuseas, sudoración, diarrea. También se le atribuye a una sobre-estimulación del gusto, lo que generaría el deseo de comer más, lo que contribuiría a la obesidad.

Son sustitutivos no calóricos del azúcar, principalmente utilizados en productos dietéticos, los llamados light o zero, y para diabéticos.

Sacarina (E-954). Se obtiene de derivados del petróleo. Posible efecto cancerígeno en dosis altas.

Aspartamo (E-951). Angioedema: hinchazón de labios, manos, pies. Dolor de cabeza, mareo, pérdida de memoria. Posibles efectos cancerígenos en dosis altas.